Pablo Monsalve: "Ir a Turquía tras el terremoto fue una experiencia vital"

Pablo Monsalve (Zaragoza, 1982), bombero de la capital aragonesa, fue uno de los profesionales que se desplazaron a Turquía tras el terremoto.

Pablo Monsalve y su perra rescatista India en el parque de bomberos de Valle de Broto.
Pablo Monsalve y su perra rescatista India en el parque de bomberos de Valle de Broto.
José Miguel Marco

Se han visto por la televisión imágenes desgarradoras del terremoto que asoló Turquía y Siria. Pero, ¿cómo fue estar allí?Era la primera vez, tanto para mi perra India como para mí, que estábamos ante una situación tan catastrófica. Veías a gente que lo había perdido todo, a sus familiares incluso. Se acercaban para pedirnos ayuda y, a veces, les tenías que decir que esperaran un poco porque los perros debían descansar o porque habíamos buscado ya en esa zona y aguardaban tranquilamente. No había excesos, pero nunca nos faltó agua ni comida. Esas personas estaban viviendo una tragedia y, aún así, lo poco que tenían lo compartían contigo por el mero hecho de que estuvieses allí intentando ayudar. Me chocó.  

Todo el mundo se implicó…Absolutamente todos. El día que nos fuimos, por ejemplo, había ciertas complicaciones para salir. A través del familiar de un amigo de nuestro intérprete, vinieron con un vehículo para recogernos y llevarnos a cuatro horas de distancia. El que nos llevó, ni siquiera nos dejó pagarle la gasolina, decía que era su deber. Sería por cultura, por religión o por costumbre, no lo sé, pero lo que vivimos esos días en Turquía fue una experiencia vital que me ayudó a crecer como persona.

Rescataron a una mujer de entre los escombros. ¿Qué se siente?
Un grupo de rescatistas turcos nos pidió ayuda para sacar a una persona que habían localizado. Hicimos un agujero donde pensábamos que podía estar, se le llamó y respondió. Ese momento es un subidón. Tienes a una persona viva y consciente. Era una mujer de 63 años que estaba aprisionada por un tabique y no podía moverse. La sacamos del edificio y la ambulancia se la llevó al hospital. Ese instante fue maravilloso. Habíamos trabajado mano a mano y lo habíamos logrado. Fue un momento de compañerismo brutal. A los días supimos que la mujer estaba bien.

Tuvieron que trabajar entre edificios medio derruidos, con el riesgo que ello implica...Cuando te metes ahí no lo estás pensando, pero una vez has hecho tu labor reflexionas y sí, realmente, es peligroso. De hecho, durante el rescate a la mujer hubo una réplica y tuvimos que salir porque el edificio podía hundirse más. Claro, si te pilla dentro… Al final te estás exponiendo a una situación de riesgo.

¿Cómo lo vivió su familia?
Me marché a Turquía deprisa, casi ni me pude despedir de mis hijos porque estaban dormidos. El primer día no les pareció raro porque, por mi horario, me voy 24 horas siempre a trabajar, pero al segundo o tercer día ya estaban más inquietos. Yo hablaba con mi mujer todas las noches para que supiera que estaba bien. Y ella, pues se tuvo que apañar con los dos chicos como pudo, pero todo fue bien. La verdad es que no me quejo (risas); tengo suerte.

¿Y para India?
Aunque entreno con ella desde que era un cachorro, recrear una situación como la que vivimos allí es imposible. Tú mismo tienes una actitud diferente, y eso la perra lo nota. Pero, a pesar del cansancio, todos los perros tuvieron muy buena actitud.

¿Cómo es tu día a día con ella?
Estos perros son como cualquier animal de compañía, solo que tienes que dedicarle unas horas a entrenar el rescate de personas. En nuestro tiempo libre, los compañeros de la unidad canina quedamos y les adiestramos en escombreras, espacios abiertos, oscuridad... tratamos de recrear todas las situaciones posibles. Un compañero se esconde y los perros tienen que encontrarlo. Cuando lo hacen, se les premia con un juguete o comida; para ellos es como un juego. El resto del día, se tumba a la bartola, juega con mis hijos o sale a pasear, como cualquier perro.

¿Qué es lo mejor del oficio?
Este trabajo te da cosas muy bonitas. El ambiente con los compañeros es muy bueno, tenemos un horario que nos permite estar con la familia y, lo mejor, la gratitud de las personas a las que ayudas.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión