Desde que hace unas semanas una de las revistas de prensa rosa más reconocidas del país publicara las imágenes de Iñaki Urdangarin con una joven rubia, que no era su entonces esposa, la Infanta Cristina, el exduque de Palma se ha convertido en el objetivo de todo tipo de medios de comunicación. 

Es muy probable, que el foco mediático sobre él haya hecho que muchas televisiones le hayan propuesto trabajo como comentarista, según publicaba 'La Razón' hace un dos días. Ofrecimientos que el exdeportista estaría estudiando detenidamente, puesto que su situación económica no es de lo mejor, compartía el mismo diario.

Aunque, según su entorno, y de acuerdo con lo publicado en el diario 'La Razón', la Casa Real se habría puesto en contacto con el exjugador de balonmano con órdenes de mantenerse alejado de la prensa, y, por supuesto, no hablar con ella, a pesar de que hagan guardia en las puertas del domicilio de su madre en Vitoria, donde también reside. A partir de esta orden palaciega, Urdangarin también habría procurado acallar las voces de sus allegados.

Tras el terremoto mediático por las fotografías publicadas con Ainhoa Armentia, con la cual se dice ha terminado su relación, y el posterior comunicado conjunto con la Infanta Cristina sobre la interrupción de su matrimonio, en el plano personal el exjugador de balonmano continúa con frentes abiertos. Como es el caso de su posible e inminente puesta en libertad.

Según informa 'El Diario Vasco' el tercer grado del exyerno del Rey Emérito estaría apunto de terminar, en concreto, este mes de febrero o marzo, dando paso así a la libertad condicional. Puesto que actualmente, ha cumplido tres cuartas partes su condena, a raíz de diversos delitos de índole económica descubiertos en el marco del Caso Noós.