Tercer Milenio

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Un plumaje vistoso protege del acoso a las hembras de colibrí

El plumaje de algunas hembras de colibrí nuquiblanco se asemeja al de los machos, que lucen un llamativo color azul en su cabeza. ¿Por qué? Los científicos han visto que esta coloración les permite esquivar el acoso por parte de estos y acceder a mejores fuentes de alimento.

Hembra de colibrí nuquiblanco
Hembra de colibrí nuquiblanco
Kathy & sam

Los machos de muchas especies de pájaros exhiben colores vistosos en su plumaje para atraer a las hembras. Fijémonos sino en los colores iridiscentes de las plumas de la cola del pavo real, que despliega de forma majestuosa en forma de abanico. O el amplio repertorio de disfraces plumíferos que visten los machos de las más de 40 especies distintas de aves del paraíso de Papúa Nueva Guinea, y que ponen a relucir con gran habilidad en sofisticadas coreografías durante el cortejo.

Es lo que se conoce como selección sexual, término que Charles Darwin utilizó en ‘El origen de las especies’ para explicar el origen de los caracteres sexuales secundarios que, como la ornamentación llamativa de los machos, eran difíciles de reconciliar con el mecanismo que él mismo había propuesto como motor de la evolución: la selección natural.

De entrada, estas características que normalmente adoptan los pájaros adultos cuando llegan a la edad reproductiva, y que diferencian a machos y hembras, no parecían proporcionar una ventaja evolutiva. Darwin pensó que el plumaje chillón debía ser el resultado de la competencia que se establece entre los individuos de un mismo sexo para atraer y conseguir reproducirse con los del sexo opuesto. Pero no siempre es así.

Hembras disfrazadas de machos

En algunas especies de pájaros, un porcentaje de hembras adoptan la misma coloración que los machos. Este fenómeno también se ha observado en especies de caballitos del diablo, lagartos, mariposas y peces. Y entre las especies de colibríes parece ser bastante común. Un estudio reciente publicado en ‘Current Biology’ ha estudiado una especie de colibrí que se encuentra desde México hasta el sur de Brasil: el jacobino de cuello blanco o colibrí nuquiblanco (Florisuga mellivora). Algunas hembras, en vez de lucir su característico plumaje verdoso, adoptan la coloración azul intensa de los machos en su cabeza.

El macho de colibrí nuquiblanco luce un llamativo color azul en su cabeza
El macho de colibrí nuquiblanco luce un llamativo color azul en su cabeza
Kathy & Sam

En los colibríes, los machos no desempeñan ningún papel en la cría de los polluelos. Desde el momento en el que las hembras ponen un huevo, el macho prácticamente desaparece y es gracias a la hembra que el polluelo tendrá un nido y podrá alimentarse con la comida regurgitada por ella. Además de la desatención, las hembras sufren acoso por parte de los machos de su misma especie y de otras especies de colibrí cuando frecuentan las flores para obtener su preciado néctar y son perseguidas y picoteadas.

Para los autores del estudio, esta ausencia total de cuidado paterno indica que la selección sexual en las hembras de colibrí probablemente es débil. Por ello, trataron de identificar qué otro factor explica la variabilidad de plumaje en las hembras y cuál es la ventaja evolutiva que proporciona lucir unos colores parecidos a los de los machos. Si, por el contrario, la selección sexual jugase un papel beneficioso en la coloración de las hembras de cabeza azulada, estas deberían presentar este plumaje específicamente durante su etapa reproductora y los machos las tendrían que preferir por encima de las hembras con plumaje verdoso.

¿Cuántas hembras lucen colores azulados?

Durante cuatro años, los investigadores capturaron 436 jacobinos de cuello blanco en Gamboa (Panamá) y con una prueba genética determinaron su sexo. Pudieron identificar que todos los machos presentaban la coloración azulada y que un 28,6% de las hembras también lucían los mismos colores que los machos (eran androcromáticas).

A continuación estudiaron el origen de las diferencias en el plumaje y vieron que todos los juveniles, tanto machos como hembras, presentaban colores azulados en la cabeza. Cuando llegaban a la madurez sexual, la mayoría de las hembras adoptaban su coloración verdosa característica (eran heterocromáticas) mientras que algunas de ellas (aproximadamente un 20%) conservaban el plumaje azulado en la cabeza. En resumen, identificaron que los cambios de color en las hembras tenían lugar únicamente en el paso de la inmadurez a la edad adulta. La presencia de plumaje azulado en todos los juveniles tampoco encajaba con el concepto de selección sexual, ya que el plumaje llamativo también está presente en la etapa inmadura, cuando las hembras no hacen caso alguno a los machos.

¿Qué papel juegan las diferencias de color en las hembras?

Para investigar el comportamiento de los jacobinos frente a pájaros de coloración verduzca o de plumaje azulado chillón, los investigadores pintaron con estos colores figuras de arcilla que imitaban a las aves, pero los pájaros no les prestaron demasiada atención.

A continuación lo probaron con jacobinos disecados. En este caso, sí pudieron estudiar las interacciones de los jacobinos analizando tanto los comportamientos agresivos como los de tipo sexual.

Los machos tenían una clara preferencia sexual por las hembras de plumaje verde. En todos los casos, la primera aproximación sexual iba dirigida siempre a este tipo de hembras. Los investigadores observaron también que tanto los jacobinos como otras especies de colibrí dirigen sus comportamientos agresivos de tipo territorial más a menudo contra las hembras de plumaje verde que contra los colibríes de cabeza azul, ya sean hembras o machos. Por lo tanto, lucir el plumaje típico de los machos permite a las hembras evitar el acoso.

Las persecuciones entre jacobinos, filmadas por los científicos en su hábitat natural, confirmaron los mismos patrones de agresividad. Los pájaros de cabeza azul eran generalmente los perseguidores, mientras que en la mayoría de los casos las perseguidas eran las hembras de plumaje verde.

Para descubrir si evitando el acoso las hembras de cabeza azul obtenían algún beneficio adicional, durante nueve meses los científicos analizaron las visitas a los comederos que realizaban colibríes a los que habían implantado etiquetas para poder seguirlos. Estudiaron más de 88.000 visitas y pudieron determinar que las hembras de cabeza azul visitaban los comederos más a menudo y durante períodos de tiempo más largos que las de plumaje verde.

Por lo tanto, la razón de mantener el plumaje azul en las hembras no responde a la selección sexual, sino que parece estar relacionada con la alimentación. Las hembras de cabeza azul sufren menos acoso territorial y, por ello, pueden acceder con más tranquilidad y frecuencia a las fuentes de comida para alimentarse durante más tiempo.

Aunque los investigadores todavía no saben cómo algunas hembras consiguen mantener la misma coloración que los machos en la edad adulta, el hecho de que el plumaje azulado permita a algunas hembras de jacobino acceder a fuentes de alimento de alta calidad representa una gran ventaja para un pájaro que consume mucha energía y que compite con los miembros de su propia especie y de otras especies de colibrí por el néctar de las flores más dulces.

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