Ana Marcén: "Tenemos la oportunidad de decidir qué queremos crear a partir de ahora"

Junto a la de cantante, compositora, panadera y filóloga clásica, entre otras, Ana Marcén ha incluido desde el confinamiento dentro de sus múltiples facetas la de, como ella define, mentora. Enamorada de Leciñena, su hogar, y optimista empedernida, se ha propuesto, además de no perder la alegría bajo ninguna circunstancia, contagiarla a los demás.

¿Cómo consigue realizar tantas funciones y tan diversas?

Porque me planifico y se manejar las emociones. En mi libro ‘Cómo hacer todo lo que quiero hacer a estas alturas’ propongo las preguntas ¿quién soy?, ¿qué quiero? y ¿cómo lo puedo conseguir? Son tres cuestiones que yo me planteo habitualmente. Lo escribí porque creo que es importantísimo que la gente comprenda que un cambio en sus emociones puede cambiar el mundo. La situación actual es la misma para todos, otra cosa es cómo la vivas, en qué país, qué creencias se tengan o qué emociones te produzcan. Invito a mirar desde otro punto de vista.

¿Cómo lo aplica en su empresa?

Puse en marcha Ecomonegros con mi familia. Ahora no encontramos diseñando nuestro próximo plan quinquenal denominado ‘Bienestar 2025, disfrutando del camino’ y viene a continuar lo que ya iniciamos hace cinco años. Entonces nos dimos cuenta de que queríamos un negocio que no dependiese de nosotros, en el que se pudiese decidir cuándo y cómo trabajar, que nos permitiese disfrutar del camino que habíamos emprendido y sentirnos bien con lo que hacemos.

A este respecto sus panaderías son peculiares, no trabajan los sábados por la tarde ni los domingos, y tampoco tienen turno de noche.

Soy la presidenta del Gremio de Panaderos de Zaragoza y cuando empezamos a implantar esas medidas muchos no se podían creer que fuesen rentables. Los clientes lo que quieren son buenos productos y para ello necesito darle calidad de vida a mis empleados.

Recuperaron la variedad de trigo Aragón 03 y siempre han apostado por la sostenibilidad.

Pensar a largo plazo hace que quieras tener el menor impacto posible en el medio ambiente y que desees el mayor beneficio para todos. También implica consumir de otro modo.

Productos como los suyos son cada vez más demandados.

Todo lo que ha pasado en 2020 nos va a obligar a variar las formas de hacer las cosas, ya sea por obligación o por conciencia. Los productos sostenibles son el futuro porque sino no lo habrá.

Después de un año tan complicado, ¿cómo espera que sea el siguiente?

Lo quiero ver con alegría. Noto que se va a producir un cambio y eso significa que tenemos la oportunidad de decidir qué vamos a crear a partir de ahora. Nunca ha habido dos años iguales, simplemente hay que aceptarlo y empezar a construir pensando en algo que nos permita seguir viviendo en el planeta. La Tierra es nuestro hogar porque ella nos deja. Si la machacamos, nos expulsará.

¿Dónde se puede encontrar la alegría que desea?

En las pequeñas cosas, como bien ha quedado demostrado en los últimos meses. Buscábamos algo supergrande y no sabíamos lo que teníamos. La alegría es mantener la salud, los abrazos, disfrutar de los tuyos, de las pequeñas libertades... Ver a tu familia o contemplar el horizonte era más importante de lo que pensábamos. A partir de ahora si toda la humanidad decide ver alegría de vivir, veremos alegría de vivir.