Imagina un dispositivo robótico manejable y ligero, tan económico que resulte al alcance de (casi) todos los bolsillos, y que cualquier persona sin necesidad de ninguna formación previa específica en robótica o mecánica pueda montar en su casa, a partir de un kit de montaje y con una simple caja de herramientas; y que, una vez, montado permita la inmersiva sensación de tocar objetos virtuales. Por ejemplo, en el escenario de un juego o en un programa realidad virtual.

¿Te lo imaginas? Pues justamente eso es Mantis, el brazo robótico que acaban de presentar ingenieros de la Universidad de Bristol y cuya asombrosa capacidad de hacer reales al tacto objetos virtuales se basa en la “fuerza de retroalimentación táctil”. Una tecnología o software que en esencia, consiste en que al aplicar una fuerza o presión con tus dedos sobre el dispositivo, este la procesa y la devuelve convenientemente modulada y transformada para que puedas experimentar la sensación de tocar el objeto en cuestión.

Anne Roudaut, del departamento de Computación de la Universidad de Bristol, señala que los usuarios que interactúen con un juego de realidad virtual con sus dedos colocados en el aparataje del dispositivo Mantis "tocarán y sentirán los objetos virtuales, con lo que se verán inmersos en otra dimensión tanto visual como físicamente". Mantis cuesta 20 veces menos que sus homólogos que ya se pueden comprar en el mercado porque no utiliza costosos materiales de alta gama.

La idea de estos investigadores británicos es facilitar que este tipo de dispositivos no estén confinados en los laboratorios, sino que su uso pueda extenderse y llegar al usuario de a pie. Entre los planes se encuentra producir kits fáciles de montar y versiones prefabricadas accesibles a través de internet.

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