¿Podrá tu hijo entrar en redes sociales?

España situará en 14 años la frontera a partir de la cual permitirá tramitar datos personales

Imagen de archivo de una joven escribiendo por su teléfono móvil.
Una joven escribe por su teléfono móvil
Oliver Duch

España aprobará en breve, “con gran consenso”, según el PSOE, la nueva ley de Protección de Datos. Un texto que, además de garantizar el derecho a la desconexión digital, blindará el acceso a redes sociales de los menores de 14, un año más de lo planteado inicialmente. Así lo marca el reglamento europeo de protección de datos, que da margen a los países para que establezcan la frontera entre los 13 y los 16 años. ¿Qué sucede en otros puntos de la Unión Europea?

En la actualidad, en España rige el real decreto 1720/2007, que en su artículo 13 determina que la edad mínima para tratar datos -aquí entraría registrarse en una red social- se sitúa en los 14 años. Por debajo de esta frontera, requiere el consentimiento de los padres o tutores.

Las edades varían según los países, y en algunos casos la decisión sigue abierta, ya que, pese a que la aplicación del reglamento europeo, es de obligado cumplimiento, su trasposición en ley deja algunos márgenes -como en este caso- que cada Estado es libre de marcar.

Alemania, Irlanda, Holanda y Hungría están entre los países más garantistas para los jóvenes, ya que han aprobado sendas leyes que prohíben tramitar datos a menores de 16 años. Cerca del tope superior está Francia, que en junio aprobó situar el umbral en los 15 años. También la República Checa se sitúa en este límite, tras subirlo desde los 13 años iniciales.

En un término medio están Bulgaria, Austria y Chipre, donde desde abril la edad mínima para registrarse en redes sociales está en los 14 años, la misma que en España.

Mientras, el Gobierno belga ha propuesto dejar la edad mínima en 13 años, la misma que aprobó el Parlamento danés el pasado mes de mayo y el sueco en abril. Lo mismo Portugal, Noruega y el Reino Unido: solo por debajo de esta edad se requiere el consentimiento paterno.

Es un ámbito complejo. Para empezar, es extremadamente complicado garantizar que los menores permanezcan alejados de las redes sociales. Además, expertos como John Carr, asesor de la Alliance for Child Safety Online, han alertado de las implicaciones que puede tener la edad mínima en el ‘grooming’, anglicismo con el que se describe el comportamiento de adultos para abusar de menores. Carr recuerda que en todos los países de la UE excepto tres -Irlanda, Malta y Chipre- la edad de consentimiento sexual es mayor que la de registro de datos; de este modo, el mero hecho de entablar conversación con alguien en una red social implicaría que esa persona es adulta para mantener relaciones.

Las propias compañías, en todo caso, ponen límites, aunque siempre por lo bajo. La mayoría de los portales, Facebook, Twitter, Reddit, Snapchat o Instagram entre ellos, obliga a tener más de 13 años para abrir una cuenta. Hace unos meses, Whatsapp -propiedad de Facebook- anunció que elevaba esta frontera en la UE hasta los 16 años, un paso importante dada la popularidad de esta red social. La compañía informó de que tomaba esta decisión con el objetivo de alcanzar los “nuevos altos estándares de transparencia” en la Unión.

En paralelo a estas restricciones, las compañías han desarrollado herramientas para tratar supuestamente de proteger a la infancia . Así, Youtube implantó hace poco Youtube Kids, diseñado, según la propia firma, para proporcionar “un entorno divertido y adecuado para toda la familia”. El contenido, en teoría, es adecuado para niños de entre 2 y 8 años.

Mientras, Facebook contraatacó en diciembre de 2017 con Messenger Kids, sin publicidad ni compras integradas, enfocado a los más pequeños y diseñado para cumplir con estándares como el estadounidense Coppa (en inglés, Children's Online Privacy Protection Act).

El problema de estas herramientas es que algunos expertos y educadores las ven como perjudiciales para la infancia.

Además, pese a estas medidas Facebook, que atraviesa una etapa negra de popularidad tras las últimas revelaciones, no ha quedado exento de la polémica. Por ejemplo, el diario 'The Australian' desveló el año pasado un documento confidencial de 23 páginas elaborado por la compañía de Mark Zuckerberg en el que reconocía que había ofrecido a los anunciantes la posibilidad de llegar hasta 6,4 millones de usuarios menores de edad, algunos de apenas 14 años, en momentos de vulnerabilidad mental, como cuando se sentían "inútiles", "inseguros", "ansiosos" o "fracasados".

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