¿Por qué los gemelos tienen distintas las huellas dactilares?

Pueden tener el mismo pelo, los mismos ojos, la misma cara y hasta el mismo ADN, pero aun así no comparten el dibujo de las yemas de sus dedos.

Cada persona tiene un diseño único en sus huellas dactilares.
Cada persona tiene un diseño único en sus huellas dactilares.

Los mismos ojos, el mismo pelo, la misma altura, los mismos rasgos...y hasta el mismos ADN. Los gemelos idénticos pueden ser como dos gotas de agua, dos personas imposibles de distinguir a simple vista. Y sin embargo, ni siquiera en esos casos sus huellas dactilares serán idénticas.

Esos minúsculos diseños que adornan las yemas de nuestros dedos se forman cuando el feto aún está en el vientre de su madre. Su forma depende de las presiones intrauterinas, del líquido amniótico, de la dieta de la madre y de los movimientos y la posición del bebé en el útero.

Precisamente esto último es fundamental en el caso de los gemelos. Aunque compartan muchas de las demás circunstancias, cada feto ocupa un lugar distinto en la barriga de su madre durante los nueves meses del embarazo y esto hace que las fuerzas que afectan a esas dermis en formación sean distintas.

Cada pequeño cambio en la forma de los dedos embrionarios conduce a grandes diferencias en la forma de los pliegues de la piel. Por eso, por muy iguales que sean los bebés, los dibujos que forman las líneas de sus dedos no tendrán nada que ver.

Las huellas comienzan a formarse a partir de la décima semana de gestación, entonces aparecen las primeras ondulaciones en la piel, que van creciendo y deformándose hasta ocupar todo el dedo. El proceso termina en torno a la semana 19.

A partir de ese momento las huellas dactilares se mantendrán inalterables toda la vida. Y a veces, incluso más allá, porque se han descubierto momias que tenían casi intactas las líneas de las yemas de sus dedos.

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