Tercer Milenio
En colaboración con ITA
Big data y salud. El poder terapéutico de los datos
Anticiparse y detectar a aquellos pacientes con mayor riesgo de tener una evolución desfavorable; cruzar diagnósticos, obtener información sobre toxicidad de fármacos y sobre resultados de investigación; o llevar la telemedicina a casa del enfermo vienen de la mano de la digitalización y el Big Data. Estas tecnologías son capaces de procesar y analizar ingentes volúmenes de información y extraer conocimiento aplicable. Aplicadas a la sanidad, prometen mejorar incluso la propia salud y eficiencia de sus servicios.
¿Frenar epidemias? ¿Alcanzar mayor precisión en los diagnósticos? ¿Avanzar en la detección de enfermedades raras o controlar de forma remota la evolución de los enfermos crónicos? En un mundo conectado como el actual, y gracias a dispositivos que geolocalizan a las personas o a redes sociales en las que colgamos información sobre nuestros viajes o paradero en un momento dado, no debería resultar difícil seguir los pasos de una persona que pudiera haber contraído la malaria.
¿Mejorar la eficacia de las medicinas? Los resultados que un tratamiento farmacológico está obteniendo en miles de pacientes de todo el mundo pueden reunirse en un único almacén que actúe como un contenedor de datos a gran escala.
Mediante herramientas tecnológicas capaces de analizar enormes volúmenes de datos (más de un petabyte) procedentes de distintas fuentes (texto, audio, vídeo, etc.) y generados a gran velocidad, se extraen conclusiones de gran ayuda a la hora de realizar diagnósticos por parte de los especialistas, recabando evidencias clínicas imposibles de obtener a través de las redes relacionales sencillas con las que se venía trabajando hasta ahora.
En el área de la salud, avances ligados a la capacidad de generar, almacenar y analizar grandes volúmenes de datos confieren la capacidad de elaborar modelos predictivos, desarrollar patrones de comportamiento, descubrir nuevas necesidades y reducir los riesgos de contraer enfermedades, así como de proveer a los pacientes de servicios más personalizados.
El hospital en la mano
Hace ya más de 10 años que el Hospital de la MAZ fue el primero en Aragón en estar totalmente digitalizado, y uno de los pioneros de España. Los especialistas del centro pueden consultar desde su iPad historias clínicas y pruebas diagnósticas (radiografías, escáner, ecografías, resonancias magnéticas ), que están digitalizadas desde su misma creación.
Conforme avance la digitalización de la sanidad, la posibilidad de explotar y cruzar información crecerá exponencialmente y, con ello, las nuevas aplicaciones y usos. Se espera que la revolución del Big Data, de la mano de los dispositivos portátiles y/o la telemedicina, logre mejorar la experiencia de usuario de los pacientes: mayor disponibilidad de asistencia médica, acceso al historial médico y a los resultados de análisis y pruebas desde nuestros propios móviles, o reducción al mínimo de las visitas al médico y de las listas de espera para acudir a un especialista.
Y quienes trabajan en ello no prevén que la digitalización encarezca los servicios sanitarios, sino todo lo contrario: la posibilidad de diagnosticar y tratar tempranamente enfermedades, de alertar sobre epidemias y contagios, de adaptar de manera más eficaz los tratamientos a la evolución de cada paciente y reducir las visitas presenciales a los centros sanitarios conllevará una reducción de costes, a medio plazo, para el sistema sanitario.
Con la implantación, desde finales de 2015, de la plataforma de explotación de datos clínicos y epidemiológicos Hexin, el Servicio Gallego de Salud fue pionero en España.
Su director de Innovación, Luis Ángel León Mateos, explica que «centralizamos toda la información acerca de nuestros pacientes, generando un gran repositorio de eventos clínicos que se utilizará para los distintos casos de estudio, aportando evidencia clínica y ayudando a la investigación».
Una ingente cantidad de información de distinta naturaleza: informes médicos, notas, recetas, pruebas diagnósticas, etc., debe ser tratada y analizada contemplando aspectos tan relevantes para el paciente como la privacidad y la seguridad.
Privacidad
Si bien emplear los datos de salud para ofrecer una medicina basada en la evidencia es beneficioso para los ciudadanos, a la hora de diseñar una plataforma como Hexin, desarrollada con tecnología de la multinacional de matriz española GMV, se han de contemplar aspectos legales relativos a la seguridad, privacidad y protección de una información que puede resultar de gran interés para terceros (como, por ejemplo, las empresas farmacéuticas), y cuya cesión requiere la observación rigurosa de toda regulación que vela por asegurar su privacidad, anonimizando adecuadamente los datos.
Las autoridades del Reino Unido han levantado la liebre al anunciar que se pospondrán las operaciones de fumadores y personas obesas en el Servicio Nacional de Salud hasta que estos dejen de serlo. La polémica está servida.
La empresa aragonesa Libelium ha desarrollado y comercializa My Signals, una plataforma que permite desarrollar dispositivos médicos (My Signals HW) y aplicaciones de e-Health (My Signals SW). Dicha plataforma proporciona la medición de 15 parámetros biométricos tales como la temperatura, presión sanguínea, nivel de glucosa o posición corporal, entre otros. My Signals facilita el desarrollo de nuevas soluciones de e-Health a empresas (por ejemplo, start-ups), universidades y a cualquiera que esté interesado en ello.
Pediatras en la Comunidad de Madrid atienden a miles de niños mediante la plataforma de telepediatría Kidscare, que evita intranquilidades a los padres y visitas al hospital en frías noches de invierno. Con poco más que una llamada de teléfono, el pediatra puede atenderles remotamente por videoconferencia y consultar la información médica del pequeño. Esta plataforma, desarrollada por GMV y Ever Salud, además de agilizar y hacer más cómoda la asistencia, ayuda a liberar el sistema, evitando visitas médicas y urgencias innecesarias. Este servicio de teleconsulta es también aplicable a centros geriátricos.