Como en tantas otras cosas, la respuesta a la pregunta de cuánto dura una bombilla depende de a quién consultemos. Según los fabricantes, las led son las más duraderas, con una vida útil de hasta 50.000 horas. Después estarían las fluocompactas de bajo consumo, que duran entre 6.000 y 10.000 horas y, por último, las halógenas, que rozan las 2.000 horas.

Frente a estos datos, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) tiene su propia opinión. En un estudio realizado en toda Europa, comprobó que las bombillas duran bastante menos de lo que anuncian los fabricantes.

Para su trabajo, la OCU tuvo 46 modelos de bombillas led encendidos durante 10.000 horas. El 16% de las lámparas se fundieron antes de terminar el plazo, muy lejos de las 50.000 horas prometidas.

Aún así, nadie discute que los nuevos modelos de bombillas son más duraderos que las incandescentes que usábamos hasta 2012 -se prohibieron ese año-. ¿O no? Porque una de estas viejas bombillas es la que ha batido todos los récords de resistencia conocidos.

Nada menos que 116 años lleva encendida una bombilla instalada en el cuartel de bomberos de la ciudad de Livermore (California). Se trata de una sencilla bombilla de 60 vatios que da luz desde el año 1901. Eso sí, con el tiempo ha perdido potencia y hoy apenas ilumina a una potencia de 4 vatios.

Pero no tiene rival en cuanto a duración: frente a las 50.000 horas de vida útil de las mejores bombillas actuales, la californiana lleva en funcionamiento más de un millón de horas.