Cinco planes anti San Valentín

Aunque es difícil escapar del espíritu romántico que impera en estas fechas, hay planes alternativos con los que no morir de aburrimiento.

La Universidad Stanford de Palo Alto (California), que dedica todo un curso de primavera a estudiar las raíces del amor contemporáneo.
Hacer un maratón de películas, viajar o darse un capricho son planes alternativos para San Valentín.
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Cupido es el protagonista de febrero y resulta difícil escapar de toda la artillería romántica que se despliega en estas fechas. Como no toda la sociedad está bajo el influjo de las flechas del ángel del amor, también hay planes alternativos con los que no morir ni de aburrimiento ni de empacho romántico estos días. Si también eres de los que defienden el lema “el amor no se demuestra solo un día”, también puedes apuntarte alguno de estos planes.

 

Los planes anti San Valentín más recurrentes son los que tienen que ver con darse un capricho: ir de compras, comer algún alimento normalmente 'prohibido' o realizarse tratamientos de bienestar. Además, hacer un maratón de sofá y manta con las películas favoritas es otro de los anti clásicos de esta época.

Febrero también es el mes del carnaval y, aunque su celebración se limite a unos cuantos días, pensar el disfraz y prepararlo requiere de unos cuantos días más. Por eso, es una buena opción para pasar el día de San Valentín (y algunos más) realizando un traje casero y original.

También es una buena fecha para aventurarse a realizar deportes de aventura. Con ellos, se desprenderá toda la adrenalina acumulada de estos románticos días entre algodones de azúcar. Rafting, puenting, salto en parapente, kayak... hay actividades para todos los gustos y niveles.

Y si te gusta el carácter reivindicativo, puedes optar por celebrar el 'Quirkyalone day'. Se celebra el mismo día que San Valentín y celebra todos los tipos de amor, incluso aquellos que celebran su parcela de tiempo de soledad estando en pareja. Hay muchas maneras de celebrarlo: saliendo a cenar con amigos, dando un paseo, pasar un buen rato hablando por teléfono...

Por último, un plan que aportará aire fresco a la rutina es coger carretera y manta y lanzarse a disfrutar de una jornada de desconexión total. No tiene porqué ser una gran escapada, incluso viajar sin rumbo concreto ayudará a despejar la mente.

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