Asoman los primeros brotes

Dicen que por San Blas, una hora y más. Lo que significa que alargan los días y asoman botones florales y brotes en el campo aragonés.

Pasear con el naturalista José Antonio Domínguez es descubrir el misterio de lo cotidiano. Nos señala al petirrojo, nos cuenta historias de las cigüeñas, menos apacibles de lo que creíamos, y señala aquí y allá árboles y plantas que ya despiertan con el nuevo año. "Tenemos mucha suerte de contar con rincones naturales tan cerca de la ciudad. Y ver, por ejemplo, a las cigüeñas ocupar su nido. No creas que tienen una vida fácil, los nidos cuesta hacerlos y las hay que se quieren aprovechar y robar la casa a otra. Tendrías que ver cómo las ocupantes tienen que defender lo que es suyo", nos cuenta, mientras señala el poste en cuya cumbre una pareja de cigüeñas se prepara para criar.

Es una mañana de niebla, fría. Pero Domínguez nos regala algunos refranes que describen muy bien el peculiar clima aragonés. Por ejemplo, que "por febrero busca la sombra el perro". Porque pueden salir días fríos, soplar el cierzo e incluso nevar, pero también disfrutar de jornadas de primavera anticipada, en las que casi es necesario quitarse el jersey porque el sol empieza a pegar fuerte.

Gracias a que alargan los días y el sol empieza a calentar, muchas plantas saben que llega la hora de despertarse. Los sauces están entre los más madrugadores del soto, y ya cuelgan sus amentos, esas flores masculinas y alargadas. Las femeninas son más pequeñas y discretas, "y no requiere de insectos para polinizarse, sino del propio viento" cuenta Domínguez. Quizá por ello saca la flor tan temprano, para que las hojas no entorpezcan tan valioso intercambio. Pero eso son solo suposiciones nuestras.

Otros madrugadores son los almendros. "Ya tienen botones florales, y otras flores están completamente abiertas. Estos sí que necesitan insectos". No vemos ninguna abeja, ¿quizá se ha anticipado el almendro? "Las hay, ayer que hacía sol había muchas. No les faltarán para la polinización". Y añade el naturalista que este año la floración se ha producido dos semanas más tarde que el año pasado. Las plantas no son relojes exactos, necesitan diversas variables para activar los mecanismos que crean flores y hojas. La luz sí es siempre la misma cada año, pero no la temperatura. Y el pasado invierno, que fue menos fresco de lo normal, hizo que todo se adelantara varias semanas. Este año el calendario ha vuelto a corregirse, aunque seguro que llegará nuevas heladas. "Pero el almendro no es tan delicado como se cree. Resiste bien los fríos y no se ve tan afectado como se piensa".

Si uno se fija bien, se puede encontrar en esos bosques de ribera zaragozanos algunas casitas para pájaros. Las dejan naturalistas, amantes de las aves... Domínguez es colaborador de SEO/Birdlife en Aragón, que es la asociación local en defensa de las aves. Ayuda a realizar observar especies, señala dónde han aparecido, y sus datos ayudan a los ornitólogos a comprender si se producen cambios en el ecosistema, se avistan nuevos ejemplares o bien otros están en retroceso. "Las casas de pájaro serían bienvenida en todos los jardines. Es una estación complicada para ellos, por el frío y la falta de alimentos. Y las ciudades les complican, por la contaminación, la falta de suelo cultivado... Por ello, es buena idea poner una de estas casitas de madera. Nunca se sabe, además, quién pernoctará en ellas. Sabemos que en la nuestra ha dormido este invierno un tipo de gorrión". Un poco de alimento y calor hace milagros en la población de pájaros, tan necesarios para que la población de moscas y mosquitos no sea muy numerosa en verano. Solo hay que limpiar la casa de vez en cuando y cuidar que no se rompa.

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