Desde que en 1997 el hasta entonces imbatible maestro del ajedrez Garri Kaspárov perdió una partida ante el ordenador DeepBlue, las máquinas no han cesado de dejar en evidencia a los humanos. No solo derrotándolos en otros juegos como go, en el que la inteligencia artificial de Google superó a los humanos. Además, la Universidad de Oxford permitió construir un algoritmo capaz de leer los labios mejor que los profesionales humanos. El sistema de inteligencia artificial se entrenó usando más de 5.000 horas de diferentes programas de la televisión británica, como ‘Newsnight‘, ‘BBC Breakfast’ o ‘Question Time‘. En total, 118.000 frases por descifrar, según nos cuentan en el blog 'Cooking Ideas'.

Por otra parte, ya hay plataformas de inteligencia artificial que juegan al Pictionary mejor que cualquier contrincante de carne y hueso. Sus algoritmos utilizan redes neuronales de aprendizaje automático y, de esta forma, la máquina ve diferentes dibujos de un gato, por ejemplo, y los memoriza para extraer patrones con los que identificar felinos en futuras ocasiones.

También se han convertido en eficaces aliados de los periodistas, capaces de aglutinar información mejor que cualquier chupatintas. De hecho, en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, el diario americano 'The Washington Post' se sirvió de la inteligencia artificial para informar sobre los acontecimientos clave, incluyendo los resultados de las diferentes competiciones. Y se han propuesto otros sistemas semejantes para la elaboración de guiones de películas.

¿Y qué hay del cubo de Rubik? El último humano que batió el récord al completarlo fue Lucas Etter, un adolescente de 14 años que logró hacerlo en 4,9 segundos. Después vinieron las máquinas para arrebatarle el título y pulverizarlo: el récord robótico para hacer en cubo de Rubik es de 0,637 segundos.