El uso de los teléfonos móviles está provocando cambios en nuestro cuerpo y nuestro cerebro, según recientes estudios científicos. Este vídeo de AsapScience del que se hace eco Alvy en el blog Microsiervos nos explica cómo. Para empezar, cada vez que miramos el móvil curvamos la columna en un ángulo equivalente a llevar a un niño de ocho años sobre los hombros, un dato preocupante si tenemos en cuenta que la media que dedicamos a fijar los ojos en las pantallitas es de 4,7 horas. Además, el uso de los móviles ha aumentando los casos de miopía en todo el mundo. A esto se le suma que los juegos y las apps que nos proponen pequeñas metas y nos recompensan con nuevos contenidos provocan la secreción de dopamina y crean 'ciclos de compulsión' que nos vuelven adictos de manera similar a como lo hacen la nicotina y la cocaína. Por si fuera poco, existe un pavor enfermizo cada vez más extendido a no tener cerca el móvil, conocido como nomofobia y responsable de muchos casos de ansiedad. Y lo que es más, el uso del móvil altera el ritmo circadiano reduciendo las horas de sueño profundo, lo que a su vez puede ser desencadenante de otras enfermedades.