La pintura digital está en mantillas en España. Cuesta entenderla y, sobre todo, equiparar que la técnica empleada –pintar con los dedos sobre una tableta digital– sea parecida a trabajar un cuadro al óleo. Para el zaragozano Jaime Sanjuán lo es. Él es una autoridad en la materia y desde el jueves expone sus obras en la galería Kafell (c/ Lasala Valdés, 8). "Técnicamente no es diferente a pintar al pastel porque es un trabajo muy de dedos", asegura.

Miguel Pérez, propietario de la galería, le conoció en el IAACC Pablo Serrano y desde el primer momento quiso exponer su obra. "Me gusta su virtuosismo y cómo domina la técnica", comenta. La finura de los detalles le lleva a invertir más de 100 horas en cada cuadro. Son como instantáneas captadas por una cámara, pero Miguel lo deja claro: "No se ayuda de fotografías".

Jaime es consciente de que el suyo ha sido un salto al vacío que dio después de terminar Bellas Artes y no encontrar trabajo. No podía comprar materiales ni alquilar un estudio para pintar, hasta que su novia le regaló un iPad. "Fue un amor a primera vista y hasta hoy", explica. No piensa regresar a la tradición.

De la pintura digital le gusta la inmediatez, la limpieza y que las horas de trabajo "son efectivas". Y, sobre todo, que el estudio lo tiene a todas horas en el bolsillo. De su puesta de largo fueron testigos, entre otros, los pintores Alejandro Monge, Carmen Pérez y Radoslav; los empresarios Joaquín Albesa y Fernanda Orga; la galerista Cristina Marín y la diseñadora Eva del Ruste. La exposición se puede ver hasta el 3 de marzo.