El misterio eterno de la construcción Stonehenge

?Bajo el enigmático monumento megalito británico podría haber otras quince construcciones.

Es posible que existan otros 15 monumentos neolíticos
El misterio eterno de la construcción Stonehenge
Efe

Lejos de resolverse, el enigma sobre la función y el origen de la construcción megalítica de Stonehenge no deja de acrecentarse. Bajo el misterioso conjunto de milenarias piedras de Wiltshire, al sur de Inglaterra, podría haber otra quincena de monumentos, muy posiblemente de uso ritual, según sugiere una reciente investigación calificada de «revolucionaria» por varios medios británicos. 


Un equipo de arqueólogos británicos y austriacos ha llevado a cabo el primer estudio del subsuelo de la zona que rodea al milenario enclave y los resultados son «sorprendentes y revolucionarios», según un artículo accesible en el portal del Instituto Smithsonian.


Durante cuatro años se ha desarrollado una investigación conjunta de la Universidad de Birmingham y del austriaco Instituto de Prospección Arqueológica Ludwig Boltzmann. Los técnicos estudiaron el subsuelo con georradares y magnetómetros, herramientas empleadas por geofísicos y en investigaciones forenses y criminales que permiten obtener imágenes con información muy rica y detallada del subsuelo.


Vince Gaffney, arqueólogo en la Universidad de Birmingham y director el estudio, señala a la vista de los primero datos que posiblemente haya en el entorno de Stonehenge «otros 15 monumentos neolíticos desconocidos hasta la fecha». Estas ignotas construcciones incluirían estructuras arquitectónicas denominadas 'henges' -túmulos, hoyos y zanjas-, que albergaría información muy valiosa sobre el fantasmal y milenario yacimiento.   


Los hallazgos sugieren, según Gaffney, que Stonehenge no fue un monumento aislado en un paisaje virgen, y que había mucha actividad humana en su entorno. El arqueólogo reitera que el círculo de piedra estaba en el corazón de un recorrido ritual y litúrgico hace más de 4.000 años.


Para corroborar sus hipótesis sería necesario excavar en el área analizada, más de cuatro kilómetros cuadrados, pero Gaffney está convencido de que  hacerlo arrojaría mucha luz sobre el uso del inquietante complejo de Stonehenge. 


Permitiría acaso desvelar algunos de sus secretos y responder a preguntas que lleva siglos intrigando a arqueólogos y científicos ¿Fue Stonehenge un templo, un parlamento, o un cementerio? ¿Era un lugar de sanación y sacrificio o un observatorio astronómico? ¿Cómo sus piedras azuladas, con un peso entre cuatro y ocho tonelada llegaron hace casi 5.000 años, desde el norte de Gales, a 170 kilómetros de distancia? ¿Viajaron por tierra o por mar?.  


Nada se sabe a ciencia cierta, aparte de que hubo enterramientos humanos y que las piedras se alinearon siguiendo criterios astronómicos. Se sabe también, por la composición química de los huesos de animales hallados y la procedencia de las piedras, que hace miles de años los pobladores de las islas británicas peregrinaban cientos de kilómetros para visitar Stonehenge, sin que nadie pueda afirmar con certeza por o para qué.  


Gaffney mantiene intacto su asombro ante esta suerte de catedral megalítca que intriga al mundo desde que en 1620 el duque de Buckingham hiciera excavar  en su centro y  que  concita a curiosos de todo el universo, en especial durante el solsticio de verano.