Un aragonés luchará en el primer Campeonato Mundial de Combate Medieval

Miguel Ángel Borrego, natural de El Burgo de Ebro, es uno de los 20 miembros de la Selección Española de Combate Medieval.

Club Deportivo Aragonés de Lucha Medieval
Club Deportivo Aragonés de Lucha Medieval

El deporte de contacto, la historia y la cultura medieval se dan cita esta semana en Cuenca, en el Palacio de Belmonte, encargado de albergar por primera vez en España el Campeonato Mundial de Combate Medieval del 1 al 4 de mayo. La fortificación conquense regresa al medievo con motivo de esta cita internacional en la que un aragonés formará parte de la Selección Española.


Miguel Ángel Borrego, natural de El Burgo de Ebro (Zaragoza), será uno de los 400 luchadores que participará en esta cita en la que se enfrentarán 19 países y que espera recibir más de 10.000 visitantes.



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El Combate Medieval es un deporte de contacto tan nuevo como impactante, una nueva disciplina de full contact que requiere de conocimientos históricos y una importante base cultural, aderezada con armaduras, yelmos y armas reales -que carecen de filo, eso sí- en las que las que se da un paso más a las recreaciones históricas. Esta disciplina tiene un único objetivo: derribar al rival. "Si el contrincante toca el suelo con tres partes de su cuerpo está eliminado", explica Borrego. Por eso, la técnica, la agilidad y la fuerza son fundamentales.


El luchador cuenta con una ventaja: es uno de los participantes más grandes de la competición: "Mido 1,83 y peso 167 kilos". Además, porta una armadura que pesa el doble que la media, unos 60 kilos. Sin embargo, la resistencia es su punto débil. "Si eres grande y no te mueves, te dan por todos lados. Yo, si echo a correr con los 225 kilos, tan solo con el impacto puedo derribar al contrincante", explica.


El deporte nace en Europa del Este hace 20 años, y se ha extendido con rapidez por todo el mundo. España se inició en los campeonatos mundiales en 2013 en Francia. Los precursores, lejos de escenificar combates y ataviados con vestiduras de los siglos XIII y XIV deben lograr el visto bueno del Comité Verificador que prima la seguridad de los luchadores. "Hay una serie de pesos de armas y grosores de armaduras definidos. Por ejemplo, la espada no puede superar 1,6 kilos o el hacha los 3; y los cascos deben tener más de 2,5 milímetros de grosor", explica. También es indispensable la rigurosidad histórica: "Hay gente que copia elementos del Señor de los Anillos, y obviamente eso no vale", asegura, entre risas.


Sin embargo, lejos de lo peligroso que pueda parecer, no lo es más que otros deportes de contacto como el rugby. "Llevamos tanta protección que la mayoría de las veces no te enteras del golpe, aunque desde fuera se escucha el hierro y parece mucho más impactante", asegura.

Un deporte muy vistoso

Las armaduras y armas utilizadas en el combate cuerpo a cuerpo convierten la Lucha Medieval en un espectáculo muy vistoso. En cuanto a las modalidades disponibles, pueden ser individuales con espada larga, espada y escudo o hacha, en las que se trata de puntuar golpeando en lugares clave bajo la mirada atenda de tres árbitros. En cuanto a las grupales, éstas pueden ser tres contra tres -categoría de mujeres-, cinco contra cinco o 16 contra 16, en estas participa el aragonés. "Esta última es la más bestia y la más impactante, es como vivir una contienda real aunque también es la más complicada", afirma Borrego. Sin embargo, la categoría más "puntera" y la que más gusta es la de cinco contra cinco. "Puedes fijarte a la perfección en la lucha, los golpes y la técnica", asegura.


Los contrincantes más complicados son los rusos, los ucranianos o los polacos. "Allí el combate medieval es casi un deporte nacional, seleccionan a los 20 mejores entre 6.000. En España somos 20 seleccionados entre los 40 que lo practicamos", explica Borrego. "Allí la mayoría son monstruos, gente enorme que sabe golpear donde más te duele". EE UU también pisa fuerte en este nuevo deporte, "su capitán es un marine, están en muy buena forma física", asegura, aunque confía en "acabar en buena posición y llegar a las semifinales".

Un entorno incomparable

El Castillo conquense de Belmonte fue construído en el siglo XV por el Marqués de Villena y ha sido escenario de rodajes de películas como El Cid, Los Señores del acero, Juana la Loca o la más reciente, El caballero Don Quijote. Además, con motivo del Mundial, en los alrededores del castillo se recreará un campamento medieval con personas vestidas de época y actividades de cetrería, tiro con arco o mercados artesanos medievales.


Hoy, seis siglos después, se dispone a convertirse en la sede de la Selección Española de Combate Medieval, un deporte de contacto que está viviendo un auge en la actualidad y que, aseguran, ha venido para quedarse.