Jota y devoción en el Encuentro Glorioso

La Procesión del Encuentro Glorioso pone el broche final a la Semana Santa zaragozana.

Procesión del Encuentro Glorioso
Jota y devoción en el Encuentro Glorioso

El Domingo de Resurrección llegó entre nubes a la capital aragonesa. Sin embargo, el sol volvió a brillar como lo ha hecho durante toda la Semana Santa. La procesión de la Real Hermandad del Cristo Resucitado y Santa María de la Esperanza puso punto final a los actos de la Semana Santa 2014.


Los cofrades de la Hermandad salierion de la iglesia de San Cayetano, a las 11.30, con los rostros descubiertos hacia la plaza del Pilar. Junto a la Basílica tuvo lugar el Encuentro Glorioso entre el Cristo Resucitado y Santa María de la Esperanza y del Consuelo.


El Paso del Cristo Resucitado es una talla de abedul de Finlandia, elaborada en 1977 por Jorge Albareda Agüeras. Su tamaño es superior al natural y está ligeramente policromado. El de Santa María de la Esperanza es obra del mismo autor, data del año 1981, e incluye sus vestiduras talladas: túnica y manto de color verde, símbolo de esperanza.


El sonido de los tambores en la plaza del Pilar, pocos minutos después del mediodía, anunciaba la colocación de los pasos, el Encuentro Glorioso, que fue predicado por el arzobispo de Zaragoza, Monseñor Manuel Ureña: "Cristo ha resucitado, es la alegría más grande de la humanidad. Una vida futura después de la muerte con Cristo, con Dios. ¡Viva Cristo y viva María, su madre!", dijo al comienzo. 


También intervino el vicario parroquial de Nuestra Señora del Rosario, Antonio González-Mohíno, en un acto que congregó a cientos de personas. 

Tambores de jota

La jota cantada y bailada fue protagonista en la mañana de Resurrección y sonó al ritmo de bombos y tambores en una fusión de sentimiento.


La procesión continuó su recorrido por las calles de Don Jaime I, Coso, Santa Catalina, Arquitecto Magdalena, plaza de Los Sitios, Escar, paseo de lo Constitución, San Ignacio de Loyola y Pedro María Ric, hasta llegar al colegio San Agustín, en el Camino de las Torres.


En el colegio de los Agustinos, pasadas las 14.00, los pasos se reunieron de nuevo, y el acto concluyó con la solemnidad con la que había comenzado, dando fin a la Semana Santa zaragozana, que este año ha tenido la oportunidad de demostrar con creces por qué es una Fiesta de Interés Turístico Internacional.