Recuperando voces rotas

El acto reunió  a casi un centenar de personas que quisieron unirse en memoria de todos aquellos que perdieron la vida en los campos de concentración nazis o que fueron vícitmas de aquella barbarie.

Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto
Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto

En memoria de los más de 1.000 aragoneses que sufrieron el horror de los campos de extermino nazi tuvo lugar este lunes por la noche un emotivo acto en el palacio de la Aljafería. 


El homenaje, al que acudieron en torno a un centernar de personas y que se desarrollaba por cuarta ocasión en la sede de las Cortes de Aragón, reunió a representantes de distintos colectivos víctimas del genocidio nazi. Fueron miles las personas perseguidas por su origen, su orientación sexual o su ideología política. Y con ellos, miles de testimonios los que relatan aquellos episodios, "que no podemos ni debemos olvidar".


El Día de las Víctimas del Holocausto recuerda "una historia que nunca se debió producir", lamentaba la vicepresidenta primera del Parlameno, Rosa Plantagenet-White, "pero que se produjo. Tenemos que aprender para que no se repita", añadía. El acto comenzaba con el poema 'Caverna', del recientemente fallecido Emilio Pacheco, a través de unos versos rescatados por la conductora del acto, la periodista Carmen Ruiz: "Es verdad que los muertos tampoco duran. Ni siquiera la muerte permanece. Todo vuelve a ser polvo".


Acto seguido se procedía al encendido de 6 velas en honor a los colectivos perseguidos, acompañado de la lectura de un 'kadish' por parte de la presidenta de la asociación Sefarad Aragón, Timna Segal; para continuar con un minuto de silencio en recuerdo de los 6 millones de judíos, medio millón de gitanos y en torno a 350.000 personas de las minorías sexuales, que se calcula que perdieron la vida, entre otros.


'Joruneys' fue el título elegido para esta cuarta edición haciendo referencia a los viajes de deportación y de huída de las víctimas. El acto, organizado por las asociaciones Amical Mauthausen, Sefarad Aragón y Rolde de Estudios Aragoneses, mostró algunos de los testimonios más espeluzantes de aquellos que lograron sobrevivir al infierno de los campos de exterminio.


Entre ellos, el de José Manuel Marquina, natural de Gelsa, quien conteniendo la emoción, compartía una de las cartas que recibieron sus familiares de José Usón Abós, su abuelo. "Otros 14 hombres de Gelsa fueron enviados a campos de concentración", recordaba Marquina. 


El acto conmemorativo también contó con testimonios, fotografías e intervenciones de representantes de colectivos como Isabel Jiménez, directora territorial en Aragón de la Fundación Secretariado General Gitano, que destacó que "el deber del conjunto de la sociedad debería de ser la lucha contra el racismo" y exigió "medidas más contundentes"; o Concha Arnal, del Colectivo Towanda, que recordó "los espeluznantes proyectos de investigación" a los que fueron somentidos algunas víctimas por su tendencia sexual. 


El punto final del homenaje lo puso la canción 'Los soldados de Pantano', que se convirtió en el himno de los deportados. Finalizó así un acto que, año tras año, pretende recuperar aquellas voces rotas, para que no se pierdan por el camino, y sirvan de recuerdo de lo que no puede volver a ocurrir.