Han pasado apenas 4 días desde que Sara Montiel falleciera en el barrio de Salamanca de Madrid a sus 85 años por una "muerte súbita" debido a causas naturales. Al ser tan reciente y como era de esperar, sus familiares y amigos aún están asimilando lo ocurrido. Pero los que sin ninguna duda están llevando peor la pérdida y la nueva situación a la que se enfrentan sin Sara, son Giancarlo Viola y sus hijos Thais y Zeus. 

El italiano está destrozado y todavía permanece en Madrid, está siendo el mejor apoyo para los hijos de Sarita. Al igual que los hijos no aguantaban la relación de su madre con el cubano, a este amor de la artista, sí. Giancarlo viajó a España nada más conocer la noticia y se está quedando en casa de la actriz con Zeus y Thais. El galán les está arropando durante estos días.

El rodaje de la película "La dama de Beiry" y "La mujer perdida" fueron el puente perfecto para que comenzara un gran amor entre "Gianca", como lo llamaba ella cariñosamente, y la manchega. Un amor de esos de toda la vida, con idas y venidas, con altibajos, pero que nunca deja de estar presente e inseparables en los momentos difíciles. Una parte de él que no morirá nunca y por eso, no consigue recuperarse y continúa tocado y casi hundido.

El italiano está roto, y al preguntarle por su amada a la salida de la casa de la actriz no ha conseguido contener sus lágrimas y se ha venido abajo entre llanto. Y es que, aunque ya la actriz ha dado su último adiós, Giancarlo no supera el fallecimiento de Sara, ya que era algo que no podría ni imaginar que sucediera porque tan solo 5 días antes había hablado con ella.

Intentaba ocultar su rostro debajo de las gafas de sol pero su expresión le delataba y se le veía desolado. El italiano ha confesado un único deseo: "La única cosa que me gustaría es encontrarla también al otro lado", así lo aseguraba entre lágrimas y con un nudo en la garganta. Viola siente enormemente no haberse podido despedir de este amor, seguro que ahora es cuando se da cuenta de que el tiempo no nos lo devuelve nadie y que el tiempo que perdieron en riñas debían aprovecharlo más.

Con la mirada igual de perdida, el hijo de la artista, Zeus Tous Abad, no quiso opinar sobre los comentarios que aseguran que ha habido negligencia en el fallecimiento de su madre: "No voy a decir nada más". Con esta frase zanjaba todos los rumores que están saliendo.

Una etapa complicada por la que pasa todo su entorno, unos días de estrés y tristeza donde la mejor baza es el apoyo entre todos y con el paso del tiempo se curen pronto.