¡Ay, niña! Si en lugar de dedicarte a perseguir conejos blancos ataviados con sus mejores ropajes y con relojes de bolsillo proclamando a voz en grito que llegan tarde a vaya usted a saber dónde -aunque al acercarse el final descubrimos que es al partido de cricket de su exaltada y muy dada a cortar cabezas majestad-, te dedicases a prestarle más atención a las lecciones que te imparte tu hermana mayor, otro gallo te cantaría. Entonces, seguramente sabrías que no perteneces al género humano sino que, o bien perteneces al género Homo o bien a la especie humana o, recurriendo a su nombre científico, a la especie Homo sapiens.

Sí, ya sé que habrá quien diga que eso es pecata minuta y que, al fin y al cabo, la especie humana, el Homo sapiens, es el único representante del género Homo. Ante lo cual conviene hacer dos consideraciones: en primer lugar, que, de igual modo que, como dice el chiste, “no es lo mismo dos tazas de té –y tómese como un homenaje a los personajes del sombrerero loco y de la liebre- que dos te tazas”, tampoco es lo mismo decir que se pertenece al género humano que afirmar que se pertenece a la especie humana, única representante del género Homo. En segundo lugar, y más trascendente, si bien en la actualidad el Homo sapiens es el único integrante del género Homo, esto no siempre fue así. Desde que el género Homo apareció, hace unos dos millones y medio de años, y según sabemos gracias al registro fósil, han sido varias las especies de Homos que han poblado el planeta -o al menos partes de él- antes de extinguirse.

Pero, ahora que caigo, qué falta de tacto por mi parte. Ya llevo un buen rato hablando del género Homo sin haber presentado siquiera de una forma telegráfica a sus especies más distinguidas. Es momento de subsanar tamaño despiste:

Homo habilis. Vivió en el este y sur de África entre hace entre 2.300.000 y 1.600.000 años. Su nombre significa, como cualquiera puede intuir, hombre hábil. Hábil para ser capaz de fabricar primitivas herramientas como demuestran las idems de piedra encontradas junto a los restos fósiles de la especie.

Homo erectus. El hombre que camina erecto. Vivió en el centro y sur de Asia y tal vez también en el norte y este del continente negro hace entre 1.800.000 y 100.000 años.

Homo ergaster. El hombre trabajador. Entró en escena hace entre 1,8 y 1 millón de años en el este de África.

Homo antecessor. El hombre explorador. Descendiente del Homo ergaster. Pobló Europa meridional y probablemente el este de África y Próximo Oriente entre hace 900.000 y 780.000 años.

Homo heidelbergensis. Descendiente del Homo antecessor. Habitó Europa hace entre 600.000 y 200.000 años.

Homo neanderthalensis. Descendiente directo del heidelbergensis. Habitó Europa, Oriente próximo y el este de Asia hace entre 200.000 y 28.000 años, hasta que se extinguió.

Y, finalmente, el Homo sapiens, el hombre sabio, que apareció hace 150.000 años y se expandió, desde África, por todo el planeta. Y aquí seguimos.