Seis monumentos salen de la lista de patrimonio en riesgo tras ser rehabilitados

Son tres ermitas, dos castillos y un puente que en los últimos años han sido restaurados por distintas administraciones.

Ermita de San Esteban Protomártir de Alcozar, recientemente retirada de la Lista Roja
Ermita de San Esteban Protomártir de Alcozar, recientemente retirada de la Lista Roja
HIspania Nostra

Hispania Nostra ha sacado de su lista roja seis de los monumentos recogidos en la provincia de Soria. De los 31 reflejados en su página web, seis han sido retirados y han pasado a formar parte de la sección de Patrimonio restaurado o en restauración. Se trata de tres ermitas, dos castillos y un puente que en los últimos años han experimentado notables mejoras gracias a la inversión realizada por distintas administraciones para mejorar principalmente la estructura de los monumentos.

Los templos que ya no forman parte de la Lista Roja de Hispania Nostra son la ermita de Nuestra Señora de la Calzada de Brías, la de San Juan Bautista de Calatañazor y la de San Esteban Protomártir de Alcozar.

La primera es uno de los ejemplares más antiguos del románico de la provincia, ya que data de principios del siglo XII, y cuenta con influencias orientales. Fue en su día la iglesia de la localidad, antes de que se dañara la techumbre de la nave para dedicarse posteriormente el espacio que quedó al descubierto como cementerio. Fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de Monumento en 1996. Las ruinas sufrieron varios expolios. En agosto de 2011 los ladrones robaron tres columnas con sus capiteles y basas del exterior del templo. Finalmente, en 2013 la Junta de Castilla y León concluyó la consolidación de la ermita de Brías, en la que invirtió 49.900 euros, a través del proyecto Soria Románica.

La ermita de San Juan Bautista de Calatañazor es un edificio románico del que sólo se mantiene en pie la caja de los muros, el arranque de la espadaña y la portada. También se conserva la portada meridional de cuatro arquivoltas con sencilla decoración a base de bifolias. Se encontraba abandonada e invadida por la vegetación y se temía que el expolio acabara con la portada meridional. Dentro del programa Soria Románica, entre 2007 y 2010, se llevó a cabo la consolidación, limpieza de la vegetación circundante y acondicionamiento del aparcamiento que retiró al templo de la Lista Roja.

La tercera ermita, la de Alcozar, está considerada una joya del primer románico soriano. Se erigió en el siglo XII, según la tradición popular, sobre una antigua mezquita. Cumplió función parroquial hasta 1812, cuando la ermita de Nuestra Señora del Vallejo, mejor ubicada, pasó a ser un templo capaz de asumir el rango parroquial. De esta manera, quedó relegada con categoría de ermita, entrando en un proceso de abandono. A lo largo de los siglos, ha sufrido transformaciones no documentadas, lo que conlleva que el análisis de esta heterogénea construcción sea complicado. Carece de protección patrimonial, aunque se llevó a cabo una restauración para poder declararla BIC, cuya gestión no se culminó. El riesgo que sufría este templo era de ruina, derrumbe, pérdida parcial o total de elementos de gran calidad artística y arquitectónica y posible expolio. Dos han sido las intervenciones realizadas en la ermita. La primera de ellas se llevó a cabo entre 2007 y 2008. En 2014 se realizaron tareas de desescombro, excavación arqueológica y documentación. Ambas actuaciones se realizaron en el marco del proyecto Soria Románica.

Castillos de Osma y Ucero

Dos son los castillos que ya no forman parte de la Lista Roja: el de Osma y el de Ucero. El primero es de origen musulmán y está situado en un lugar estratégico en la frontera media del Duero. Pasó a manos cristianas en 1011 por gestión del conde de Castilla Sancho García. Pedro Núñez de Fuente Armegil obtuvo esta fortaleza en señorío y don Juan I la entregó al obispo don Pedro González de Frías en 1382. Más tarde, Isabel la Católica concedió el señorío a los marqueses de Villena. Cuenta con una declaración de protección genérica por Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español. El abandono sufrido durante años la llevó a un estado de ruinas progresivo en el que había riesgo de desprendimientos. Recientemente se llevaron a cabo obras de consolidación del recinto alto del castillo, trabajos adjudicados por el Ministerio de Cultura por más de 383.000 euros y que se prolongaron durante dos años.

La segunda de las fortalezas, la de Ucero, aparece por primera vez documentada como un privilegio concedido por Alfonso VIII al cabildo de la catedral oxomense el 12 de abril de 1157. Se considera a Juan González de Uzero, que combatió en Las Navas de Tolosa, el primer señor del castillo, en 1212, siendo posteriormente señor de la villa Juan García de Villamayor. En 1302 sus herederos vendieron la villa de Ucero y el castillo al obispo Juan Pérez de Ascarón y a sus sucesores. En el siglo XV el obispo Pedro de Montoya lo acondicionó y reconstruyó. Posteriormente llegó a ser una cárcel de clérigos. La fortaleza, que fue declarada Monumento en 1949, es de gran interés por sus proporciones y equilibrio. Se encontraba en ruina progresiva, aunque conservaba en bastante buen estado su torre del homenaje. El Gobierno de España, a través del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, adjudicó en marzo de 2014 las obras de consolidación y restauración del castillo. El importe de las obras, que se realizaron durante 11 meses, ascendió a 407.635 euros. Los trabajos sirvieron para consolidar y estabilizar los muros y recalces de sus apoyos en la roca. También se impermeabilizó la coronación de los muros de fábrica de mampostería y se eliminó la vegetación. La intervención finalizó en diciembre de 2015.

El puente de Andaluz

El puente en la localidad de Andaluz fue recientemente sacado de la lista para incluirlo en la sección de Patrimonio restaurado o en restauración. Se trata de un puente de piedra sobre el río Duero, de posible origen romano aunque reedificado en el Edad Media y que fue reformado en el siglo XVIII. El paso del tiempo y las crecidas del río causaron durante años graves daños al desprender, principalmente, piedras de los tajamares, lo que podía provocar que la estructura se desplomara ante posibles nuevas crecidas. En 2015 la Junta de Castilla y León terminó la intervención en el puente, en el que se invirtieron 41.770 euros. Durante los trabajos no se apreciaron defectos estructurales que pusieran en peligro su estabilidad. Los deterioros más importantes fueron la vegetación en los tajamares, la pérdida de sillares en varios puntos de la estructura, especialmente en uno de los tajamares centrales, y la desaparición del peto o albardilla de protección en la parte inicial de la estructura. Para la reparación del tajamar se utilizaron los sillares recuperados del cauce por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), organismo con el que se coordinó la intervención, puesto que fue el encargado de la limpieza del cauce en las inmediaciones del puente. Estos trabajos se llevaron a cabo tras las presiones de los vecinos de la localidad, que denunciaron el mal estado del puente y la posibilidad de la pérdida patrimonial en el caso de que continuara su deterioro.

La Lista Roja de Hispania Nostra sigue conteniendo 25 monumentos de la provincia de Soria pendientes de ser rehabilitados ante el estado de abandono y ruina en el que se encuentran, que en muchos casos puede conllevar el derrumbamiento de algunas de las partes, con el consiguiente peligro y la pérdida patrimonial.

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