Aféresis, cuando la eficiencia también llega a las extracciones de sangre

Aféresis, cuando la eficiencia también llega a las extracciones de sangre

Captar la atención del público más joven y potenciar el proceso de extracción por aféresis, de mejor rendimiento que el habitual, son los motivos que centran la campaña de donación del Banco de Sangre y Tejidos de Aragón.

Donante de aféresis en las instalaciones de Banco de Sangre y Tejidos de Aragón.
Donante de aféresis en las instalaciones de Banco de Sangre y Tejidos de Aragón.
Carlos Muñoz

Siguen haciendo falta donantes de sangre en Aragón. Y también más compromiso. Por un lado, para que los que hayan donado alguna vez lo conviertan en un hábito y, por otro, para que aquellos que, por circunstancias de la vida, hayan dejado de hacerlo, recuperen la costumbre. Igualmente, hay que animar a los que nunca han dado el paso, generalmente gente joven que, quizá, siga teniendo dudas del proceso.

A todos ellos se dirige la actual campaña del Banco de Sangre y Tejidos de Aragón que, además, pone el acento en la donación por aféresis, un sistema que ofrece importantes ventajas y un mayor rendimiento, pues se obtienen unos componentes sanguíneos de mayor pureza y permite que se pueda donar con mayor frecuencia.

"Esta campaña es muy potente en redes sociales, porque queremos tener impacto en la población joven -explica Luis Callén, gerente del Banco de Sangre y Tejidos de Aragón-. Es un sector que trabajamos de forma preferencial, pues ellos son los donantes del futuro". Callén afirma satisfecho que en el último año han aumentado un punto porcentual los donantes por debajo de los 25 años, lo que les lleva a pensar que el mensaje está calando.

¿Por qué aféresis?

Con esta campaña también se quiere relanzar un tipo de donación que, aunque no es novedosa, se ha mantenido en un volumen discreto de producción en los bancos de sangre regionales y, por tanto, quizá sea menos conocida, a pesar de su eficacia. Es la donación por aféresis, en la que se extraen solo aquellos componentes sanguíneos que se necesitan (plaquetas, plasma, hematíes, etc.). El resto se devuelve al paciente por la misma vía.

Así, el proceso podría resumirse en tres pasos: extracción de sangre, centrifugación para separar los componentes sanguíneos y retorno al donante de aquellos no utilizados. José María Domingo, director técnico del banco aragonés, explica: "Es un proceso más complejo que requiere, por nuestra parte, una mayor logística y, por parte del donante, más compromiso, pues tiene que estar una hora u hora y cuarto en el proceso de extracción".

Domingo subraya que, al final del proceso, "tenemos un producto con mayor riqueza, mayor contenido celular y de un donante repetitivo, al que se le ha analizado muchas veces la sangre y ofrece mayor seguridad".

Además, el director técnico del banco asegura estar muy contento con los resultados obtenidos este año, porque de las 200 donaciones por aféresis que se suelen hacer anualmente, dato que se registró en 2017, se pasará a las 1.000 que se estiman para este 2018. "Si crecemos entre un 5 y un 10% anual sobre estos 1.000, me doy por satisfecho", concluye Domingo, quien enfatiza que "el mérito de haber logrado estos resultados es de los donantes".

A estos, los que donan por aféresis, se les preselecciona según sus condiciones venosas principalmente: "La vena tiene que ser de buena calidad para que proporcione buen flujo sanguíneo y el tiempo de donación no se prolongue demasiado", explica Luis Callén. Además, el gerente relata que cada vez que viene el donante se le hace un escrutinio de enfermedades transmisibles.

Domingo añade que, lo habitual, es que antes de recurrir a la aféresis, se hayan realizado un par de donaciones de sangre o tres de forma convencional. De hecho, "lo deseable es combinar los dos tipos de donaciones". En cualquier caso, desde el Banco de Sangre aragonés orientan al donante sobre qué es lo más conveniente.

Componentes sanguíneos

Sea cual sea el tipo de donación elegido, el objetivo es siempre conseguir glóbulos rojos, plaquetas y plasma para transfundir a los pacientes. Tal y como explica Luis Callén, "fraccionamos todas las donaciones de sangre por eficiencia y porque es mejor para el receptor". Concretamente, los glóbulos rojos se destinan a personas con anemia y que sufren grandes hemorragias; las plaquetas, a enfermos que reciben quimioterapia o que también padecen hemorragias y, por último, el plasma se dirige a cualquier paciente con alteraciones en la coagulación de sangre.

Las diferencias entre uno u otro sistema de donación residen en que, con la aféresis, se obtienen más componentes en una sola donación y de mayor pureza y, además, se puede donar con mayor frecuencia porque dichos componentes se recuperan en menos de una semana.

Para las reservas de componentes sanguíneos, se tiene en cuenta "la demanda habitual media estándar de los hospitales", como afirma Domingo.

La mayoría de las plaquetas, según explica el director técnico, vienen por la donación de sangre total y convencional: "Si transfundimos 7.000 plaquetas al año, no se pueden hacer más de 1.000 por aféresis", concluye.

En cambio, como apunta el gerente, "las plaquetas por aféresis permiten tener un extra y te pueden salvar la vida en un puente festivo". Esto es porque la caducidad se puede prolongar hasta los siete días si se extraen con este método. Por otra parte, los glóbulos rojos tienen una caducidad de 42 días y el plasma de 3 años.

Pero, ¿cuánto y cómo se requieren estos componentes? El gerente explica que actualmente, en los hospitales, se ha asistido "a una racionalización de los consumos de sangre", debido a criterios de eficiencia y también a la notable evolución de las técnicas quirúrgicas. No obstante, Callén señala que, paralelamente, "la intensidad de los tratamientos se ha incrementado, sobre todo en el área de la oncología, con terapeúticas que derivan en más complicaciones que deben ser soportadas con mayores consumos sanguíneos". Hoy por hoy, el grueso de ese consumo en los hospitales se dirige a pacientes oncológicos y de urgencias, según relata Callén.