Responsable de redacción en heraldo.es

Tal vez un día...

El daño cerebral significativo de la enfermedad de Alzhéimer puede ocurrir años antes de que aparezcan síntomas.
Día Internacional para la Prevención del Alzhéimer
Aránzazu Navarro

Tal vez un día no recuerdes a quién pertenece esa mirada que te acompaña en tu vida desde hace décadas. Quién sabe si llegará un momento en que dudes al tratar de decir la fecha de tu cumpleaños. Quizás responda el silencio cuando te pregunten cuál es tu nombre. Puede que una nube gris se pose en tu cerebro e impida que tus músculos reaccionen a sus órdenes.

Será un proceso lento, sigiloso. Primero llegarás desorientado al trabajo de tu hija y le confesarás que no has sido capaz de regresar a casa después de dar tu paseo habitual, que solo has acertado a encontrar la céntrica avenida donde está su oficina. O tal vez insistas en que es la hora de comer y alguien te recuerde que hace dos horas que lo hiciste. Más tarde no reconocerás al ser extraño que te mira abatido desde el espejo. Te mostrarás irascible con quienes te rodean, aunque nunca hayas alzado la voz a los demás. Tus ojos solo se iluminarán cuando se posen en los de tu nieto. Recordarás las canciones que aprendiste de niño, pero no sabrás para qué sirve la cuchara.

Necesitarás ayuda para vestirte porque serás incapaz de abrocharte la camisa. Con suerte, tu familia te llevará a un centro de día donde te estimulen y ayuden a hacer más llevadero el proceso. Precisarás compañía las 24 horas porque no podrás valerte por ti mismo. Correrás el riesgo de abandonar tu casa sin rumbo y permanecer perdido durante días. Tus seres queridos, tanto si están a tu lado como si no pueden estarlo, sufrirán tu deriva cognitiva, tendrán que dejar de lado sus proyectos y padecerán un dolor añadido: la incertidumbre de desconocer hasta qué punto tú eres consciente de lo que te está pasando, de lo que sientes, de tu sufrimiento, porque no serás capaz de expresárselo. Pasado un tiempo, y si la economía familiar lo permite, necesitarás ingresar en un centro especial de asistidos porque en tu casa no podrán levantarte y acostarte cada día.

Puede que nunca llegues a esa situación. O puede que sí. Y entonces será demasiado tarde para reaccionar y contribuir a que la enfermedad de Alzheimer, cuyo día internacional para su prevención se celebra este 21 de septiembre, deje de ser la epidemia silenciosa del siglo XXI.