Los tres primeros años de vida son clave para salud pulmonar de niños

Los primeros años de vida también son esenciales para prevenir las enfermedades respiratorias.

La OMS y Unicef avisan de que tres de cada cinco bebés no toman leche materna.
Cuanto más tarde se alcance el índice de masa corporal máximo, mejor función pulmonar se tendrá.
pixabay

El crecimiento en los tres primeros años de vida es clave para la salud respiratoria en la infancia, según un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGLobal) centrado en casi 4.500 niños holandeses.

El estudio, que ha analizado la influencia del peso y la altura en el desarrollo pulmonar y el riesgo de asma en 4.435 menores de Rotterdam (Holanda), se ha desarrollado en colaboración con el Erasmus University Medical Center de esta localidad y concluye que los primeros años de vida son un momento crítico para el desarrollo de posibles enfermedades respiratorias a partir de los 10 años, y también en la edad adulta.

Recientemente, diversas investigaciones han observado que un aumento de peso superior al recomendado durante los primeros años de vida puede estar asociado a una peor función pulmonar y a un mayor riesgo de desarrollar asma en la edad escolar.

En este nuevo estudio, que publica la publicación "Thorax", los investigadores del ISGlobal se propusieron analizar si los patrones de crecimiento infantil, derivados del peso y la altura medidos en repetidas ocasiones durante los tres primeros años de vida, afectaban a la salud respiratoria a los 10 años de edad.

En concreto, los patrones de crecimiento analizados fueron la velocidad máxima de crecimiento en peso y altura, que suele ocurrir a la edad de un mes, y el momento en que el índice de masa corporal alcanza su máximo, lo que suele suceder alrededor de los nueve meses de edad.

Para ello, hicieron un seguimiento de 4.435 niñas y niños de la cohorte holandesa Generation R Study desde antes de su nacimiento hasta los 10 años de edad.

A todos les midieron en diversas ocasiones el peso y la talla a lo largo de sus tres primeros años de vida, y cuando cumplieron 10 años les sometieron a una espirometría para medir su función pulmonar y sus padres rellenaron un cuestionario para saber si se les había diagnosticado asma.

"Los datos mostraron que los bebés que aumentaban de peso más rápido y que tenían un mayor índice de masa corporal tenían una menor función pulmonar a los 10 años de edad", ha resumido Maribel Casas, investigadora de ISGlobal y del Erasmus University Medical Center y primera autora de la publicación.

"Concretamente -ha puntualizado la investigadora-, observamos que en estos casos la función de las vías aéreas era proporcionalmente menor de lo que hubiese correspondido en base a la capacidad pulmonar".

Según Casas, "aunque no se observó ninguna relación del crecimiento en peso y altura con el riesgo de padecer asma, este desarrollo desproporcionado de la función pulmonar sí que podría representar un factor de riesgo para la aparición de enfermedades respiratorias".

Por otro lado, el estudio también ha detectado que "cuanto más tarde se alcanzaba el índice de masa corporal máximo, se daba una mejor función pulmonar y, en el caso de los niños, un menor riesgo de padecer asma", ha detallado Casas.

- Ir al suplemento de salud. 

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión