'La carrera de la vida', un libro escrito por Isabel Ansón, madre de Jaime, que nació prematuro con tan sólo 620 gramos hace 8 años y que ha logrado salir adelante gracias al tesón de sus padres y al trabajo de los profesionales del hospital Servet de Zaragoza quiere servir de ejemplo para familias en situaciones similares.

"El libro es para mí, por mí y por sacar de mis adentros lo que hemos sufrido y pasado con Jaime", ha destacado en declaraciones la autora del libro que también pretende mostrar a otras familias "que se puede salir adelante aunque hay que trabajar mucho".

Jaime nació hace ocho años con 620 gramos, se quedó en 560 y pasó 15 meses ingresado en la UCI con múltiples infecciones, un coma, una traqueotomía y una sonda nasogástrica, según ha relatado su madre momentos antes de presentar en el hospital Miguel Servet de Zaragoza este libro con el que pretende recaudar fondos para conseguir una máquina que le ayude en su tratamiento.

A partir de allí, la familia tuvo que mirar hacia adelante "y tirar", ha asegurado antes de recordar que su hijo, por ser tan prematuro, padeció una displasia broncopulmonar grado 4 y que los médicos les dijeron que era de los primeros niños prematuros que sobrevivían a esta enfermedad.

En la actualidad, Jaime, que tiene un 86% de discapacidad y una ceguera importante, tiene una vida normal y está logrando, con su lucha y la de su familia, los objetivos que los especialistas vaticinaron que no alcanzaría, según su madre.

Asiste a tratamientos con fisioterapeutas y logopedas que le enseñan "la vida cotidiana" y acude a un centro de la fundación Nipace (Niños con Parálisis Cerebral) en Guadalajara donde le tratan con una máquina que le ayuda a "desencharcar" las neuronas para que la sangre le llegue al cerebro.

Con este libro de la Editorial Comuniter, que relata el proceso vivido hasta ahora, Isabel Ansón aspira a recaudar los fondos suficientes para comprar la máquina existente en Guadalajara, y también en Barcelona, para que su hijo pueda seguir el tratamiento en Zaragoza a diario y no de forma quincenal.

Gracias a esta máquina de electroestimulación, Jaime está "empezando de cero" a hablar, tiene más equilibrio y también más iniciativa, ha concluido su madre. 

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