Los hábitos de vida saludables permiten reducir en un 80% el riesgo de repetición de un ictus

Hasta las 17.00, médicos y enfermeros realizarán pruebas preventivas a los ciudadanos en una carpa instalada en la plaza de San Francisco.

El consejero de Sanidad con voluntarios y profesionales del centro de salud Fernando el Católico en el Día Mundial del Ictus.
El consejero de Sanidad con voluntarios y profesionales del centro de salud Fernando el Católico en el Día Mundial del Ictus.
DGA

Cada día se producen en Aragón ocho casos de ictus, un trastorno brusco de la circulación sanguínea que afecta al cerebro y que puede causar la muerte o dejar graves secuelas irreversibles a quien lo padece. La única manera de prevenir este gran problema de salud es actuar sobre lo que los sanitarios denominan "factores de riesgo modificables", como son la obesidad, la tensión alta, el tabaquismo o el estrés. "Un paciente que ha sobrevivido a un ictus tiene un elevado riesgo de sufrir otro pero un buen control de esos factores permite disminuir el riesgo de repetición en más de un 80%", recuerdan este jueves en un comunicado fuentes de la consejería de Sanidad.


Seguir los tratamientos y controles prescritos desde Atención Primaria es clave para realizar de forma adecuada esta prevención. En consecuencia, y con motivo del Día Internacional del Ictus, el Centro de Salud Fernando el Católico de Zaragoza sale este jueves a la calle para concienciar a la población sobre esta enfermedad y sus riesgos en una carpa habilitada para ello en la plaza de San Francisco de Zaragoza, con la participación de la Asociación Ictus de Aragón (AIDA). El consejero de Sanidad, Sebastián Celaya, ha acudido a este acto de concienciación en el que ha vuelto a destacar "la importancia de la prevención y de unos hábitos de vida saludables".


De 10.00 a 17.00, de forma ininterrumpida, médicos, enfermeras y la trabajadora social del centro se turnarán para controlar los factores de riesgo de los ciudadanos que quieran conocer su estado de salud. Para ello, se ha instalado una mesa de consejo dietético en la que se ofrecerán recomendaciones individualizadas para ayudar a perder peso; habrá también otra mesa en la que se tomará la tensión de quienes acudan y una tercera en la que se realizarán cooximetrías –con apoyo de consejo antitabáquico-, entre otras pruebas. Los sanitarios insistirán a la población en la importancia del ejercicio saludable y de los controles analíticos para mantener dentro de los umbrales adecuados los parámetros de azúcar, grasas, lípidos, etc.


La iniciativa cuenta con el apoyo de los neurólogos de los hospitales que, desde el año 2009, trabajan en Aragón en un Plan de Atención al Ictus. De esta forma, explican fuentes de la Consejería de Sanidad, "se coordina toda una cadena asistencial para que el enfermo reciba atención hospitalaria lo más rápidamente posible a la hora de recanalizar la arteria ocluida". Este proceso se logra por medio de la fibrinólisis, un tratamiento que se debe aplicar en las siguientes cuatro horas y media (como máximo) desde que el paciente empieza a sufrir los síntomas de esta enfermedad.


La técnica hasta ahora solo se administraba en el Clínico y el Servet, lo que dejaba fuera a los enfermos que no llegaban a tiempo a esos centros. "Las nuevas tecnologías han facilitado la extensión del tratamiento gracias al Teleictus, que conecta todos los hospitales de Aragón con las unidades de referencia de estos hospitales en un proceso similar al de una videoconferencia. De esta forma, los neurólogos de los dos grandes hospitales pueden asistir a la exploración y diagnóstico de los pacientes con ictus", detallan fuentes de la consejería de Sanidad, quienes aseguran que este sistema ha permitido que el acceso real al tratamiento pase del 55% en 2008 al 100% en 2014.


De forma paralela, se están desarrollando también unidades específicas en los hospitales para el cuidado del paciente que ha sufrido un ictus durante los primeros días. En ellas "se insiste en la importancia de actuar en los factores de riesgo modificables", añaden las mismas fuentes. 


Todos los esfuerzos realizados hasta la fecha han hecho posible que el número de pacientes que ingresan en los hospitales de Aragón a causa de un ictus se haya reducido en los últimos años. Así, según cifras del departamento de Sanidad, en el año 2008 ingresaron por esta causa en los hospitales públicos aragoneses un total de 3.904 pacientes, mientras que seis años después, en el año 2014, lo hicieron 2.778 personas.


"En las unidades de referencia de los hospitales en los que se ha completado la implantación del Código Ictus, se ha logrado disminuir sustancialmente la mortalidad que ha pasado del 18% de media en el 2010 hasta porcentajes que oscilan entre el 8% y el 11% en la actualidad", concluyen las mismas fuentes.


Ir al suplemento de salud.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión