Los médicos esperan que Teresa Romero dé negativo por ébola este fin de semana

En los últimos días ha disminuido mucho la carga vírica y su estado de salud ha mejorado.

Teresa Romero ha llegado a la primera frontera en su duro viaje de lucha contra el ébola. Entre el sábado y el domingo los médicos del Instituto de Salud Carlos III esperan tener los primeros resultados de la PCR que le han hecho sus colegas del centro con el mismo nombre situado en Majadahonda (Madrid).


Será el primer análisis con opciones serias de dar un negativo en el virus del ébola que le persigue desde hace casi dos semanas de forma oficial y tres desde que aparecieron los primeros síntomas. No será la última prueba que le hagan. Después de esta, se le realizará una segunda cuando transcurran otras 48 horas; y, si se sigue el mismo camino que con la enfermera y el ingeniero español procedente de Nigeria que estuvieron la semana pasada ingresados como sospechosos, se le hará una tercera verificación para que no haya ninguna duda.


Esta primera posibilidad de recuperación total del ébola se debe a que los anticuerpos de la auxiliar, creados gracias al suero extraído de un superviviente de la enfermedad y a fármacos experimentales como el ZMab -componente del ZMapp-, han disminuido de forma considerable la carga vírica en el cuerpo de Romero. Tal es la mejoría que su estado de salud general, bastante tocado por la acción de virus, también ha experimentado avances. "Los pulmones, el hígado y los riñones están bastante recuperados", explicó Teresa Mesa, amiga y portavoz de la familia.


En la puerta del complejo hospitalario indicó que vio a Teresa Romero "muy delgadita y deteriorada" físicamente por culpa de la acción del ébola, aunque también recalcó su buen humor. Un estado de ánimo que no comparte su marido Javier Limón, muy afectado por lo que le está pasando a su mujer. "Javi tiene sus momentos. Tiene que asimilar todo esto", comentó. "Ha estado muy pendiente de Teresa y después de lo que le pasó a Excalibur, entró como en 'shock'", explicó Mesa, quien añadió que "está supersensible" y por ese motivo tiene que tener "mucho cuidado" con lo que dice.


El matrimonio, por segundo día consecutivo, pudo hablar por teléfono, aunque Limón omitió cualquier comentario sobre la mascota. Será un psiquiatra quien le comunique a Teresa el fallecimiento cuando salga del hospital.


La portavoz del matrimonio también defendió la actuación de sus amigos cuando saltó la alarma sanitaria, en contra de las acusaciones de obstruccionismo. Limón aseguró que él avisó en dos ocasiones a los servicios sanitarios, tanto al equipo de emergencias que fue a buscarla al hospital como en el propio hospital de Alcorcón, de que su mujer podía padecer ébola. Una enfermedad que no sabe cómo llegó a su cuerpo.


Romero cree que no se tocó la cara con un guante ni con ninguna otra parte del traje de protección. "No se acuerda absolutamente de nada", explicó Mesa. "Está convencida de que lo que ha hecho está bien y además sigue con esa obsesión", indicó la amiga del matrimonio. Empero, fue la propia Romero quien confesó que se había tocado el rostro el 24 de septiembre, después de su primera visita a la habitación de Manuel García Viejo.Casos sospechosos

De momento, los primeros análisis PCR de los cuatro nuevos casos sospechosos han dado negativo. A falta de una segunda prueba, que se realizará el sábado y se hará pública el lunes, ninguno parece estar infectado por ébola.


El enfermero de Cruz Roja, hospitalizado en Tenerife, todavía es el caso más preocupante. Regresó recientemente de trabajar con pacientes afectados por la epidemia en un hospital de Sierra Leona. De momento, sus análisis solo han dado positivo para malaria. Los síntomas iniciales de una y otra enfermedad -fiebre, malestar y dolor de cabeza- se pueden confundir. Junto a este paciente, permanecen ingresados en observación, sin síntomas, dos familiares con los que vive.


El misionero de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios ingresó, a primeras horas de la madrugada de viernes, cinco días después de regresar de Liberia. Y aunque el país africano es uno de los centros de este brote global, su congregación aseguró que su caso era "de bajo riesgo por no haber estado en contacto con enfermos de ébola ya que el hospital San José de Monrovia, donde ha estado alojado, se encuentra cerrado desde el 1 de agosto".


La primera alerta que activó el protocolo del servicio de Sanidad Exterior fue la llegada al aeropuerto de Madrid de un ciudadano nigeriano, procedente de París, con fiebre y temblores. Los 182 pasajeros restantes desembarcaron y un médico especializado en enfermedades infecciosas le realizó las primeras pruebas. A mediodía ya estaba ingresado en el Carlos III. Pocas horas antes se había hospitalizado a una de las 68 personas en observación activa por contacto de bajo riesgo relacionado con Teresa Romero. Tenía fiebre.


En la quinta planta del Carlos III siguen ingresados, sin síntomas, las quince personas que tuvieron contacto directo con la auxiliar de enfermería cuando ya era contagiosa. Hasta el 27 de octubre no cumplirán las tres semanas de incubación que marca el protocolo, por lo que no recibirán el alta médica al menos hasta entonces.