Israel, Palestina y los campus americanos
Se hace referencia a veces al ‘lobby’ judío norteamericano, supuestamente poderosísimo, como impulsor de la estrecha alianza que Estados Unidos ha mantenido con Israel desde 1967. En realidad las opiniones de los judíos estadounidenses sobre Israel son bastante variadas, con muchos matices.
Y en la política de Washington respecto a Oriente Próximo son también determinantes cuestiones económicas y estratégicas. Es verdad, eso sí, que en Estados Unidos hay personalidades de origen judío importantes tanto en la política como en la empresa o, quizás sobre todo, en el mundo de la cultura. Y que buena parte de la opinión pública, especialmente en el ala izquierda del espectro político, ha visto a Israel con simpatía. Sin embargo, como demuestran las movilizaciones de estas semanas en muchas universidades, algo está cambiando. Hay también en Estados Unidos intelectuales y académicos de origen árabe y grupos que simpatizan con la causa palestina. Y el movimiento ‘woke’ –la reivindicación airada de derechos y reparación por parte de minorías que se consideran agraviadas– ha resucitado una ideología anticolonialista, de trazo grueso y escaso discernimiento, que ha puesto a Israel en el punto de mira. Desde luego, sería injusto y abusivo pensar que todos o la mayoría de los estudiantes que se manifiestan en los campus norteamericanos contra los bombardeos israelíes en Gaza o a favor de los palestinos son antijudíos. Aunque sí es cierto que en el fragor de la masa resuenan consignas contrarias a la existencia de Israel y asoman actitudes peligrosas. Las movilizaciones estudiantiles le complican la reelección a Biden, que ya está teniendo que condicionar en cierta medida su "incondicional" apoyo a Netanyahu. Los chicos y chicas que se manifiestan en los campus no van a votar a Trump, pero si dejan de votar a Biden el Partido Demócrata puede ver en peligro un caladero de votos esencial. En todo caso, quienes debieran estar de verdad preocupados son los israelíes. De entre esos jóvenes universitarios que protestan saldrá buena parte de los hombres y mujeres que en el futuro regirán la política y la sociedad en Estados Unidos. El apoyo de la gran potencia puede no ser eterno. Razón de más para aprovechar ahora cualquier oportunidad para la paz. Hasta la más pequeña.
(Puede consultar aquí todos los artículos escritos por Víctor Orcástegui en HERALDO)