Demografía y calidad de vida
Aragón ha detenido su racha demográfica ascendente al perder 2.566 habitantes entre enero y abril.
Al descenso continuado de los residentes españoles se ha unido en esta ocasión una ligera reducción de los nacidos en el extranjero. Todo ello ha supuesto que en el primer trimestre el cómputo de la población haya bajado a 1.346.806 personas. No obstante, esta cifra se encuentra por encima de la registrada hace un año, en abril de 2023, cuando había 1.344.081 afincados. Lo relevante, en cualquier caso, no es tanto la cantidad de habitantes como la calidad de vida que la Comunidad pueda ofrecer a sus ciudadanos actuales y a los que puedan venir.
La población nacida en España, que supone en Aragón el 82,55% del total, se ha reducido en 2.330 habitantes en este primer trimestre y la bajada en los últimos doce meses asciende a 5.686. Son los oriundos de fuera del país los que consiguen que la balanza demográfica no se desequilibre del todo. En el último año se han incrementado en 8.411, pese a que 236 decidieron abandonar la Comunidad entre enero y abril de 2024. Aragón tiene, pues, un reto demográfico y, sobre todo, un desafío social: seguir mejorando el Estado del bienestar en todos los aspectos. El crecimiento de la calidad de vida y de las oportunidades económicas se reflejarán en la natalidad y en la llegada de personas con ganas de labrarse un futuro en nuestra región.
Hay que tener en cuenta que las políticas demográficas tienen que tener una visión global que atienda tanto a la natalidad y la familia como a la inmigración. Por tanto, es preciso trabajar en una mejora del modelo de convivencia y en un aumento de las posibilidades de que todos disfrutemos de bienestar a medio y largo plazo.
