Por
  • Vicente Pinilla

Precipicio europeo

Precipicio europeo
Precipicio europeo
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La construcción de las sociedades europeas occidentales, tras la guerra, se basó en un doble consenso: una economía mixta con un importante peso del sector público y la construcción del Estado del bienestar; y la consagración de normas democráticas como fundamento esencial del marco institucional. 

Esto último implicó un profundo rechazo y condena de los regímenes fascistas que habían desencadenado el conflicto bélico. Especialmente en la República Federal Alemana y en Italia, surgió un amplísimo acuerdo en denunciar dichos regímenes. Lamentablemente, en España la dictadura franquista impidió que participáramos en ese doble consenso. La definitiva construcción del Estado del bienestar y las políticas keynesianas solo se consagraron tras los Pactos de la Moncloa de 1979 y en el proceso de transición la derecha política vaciló en la condena de la dictadura. Hoy Europa se asoma a un precipicio que pone en cuestión nuestro modelo de sociedad. Italia es dirigida por un partido con filiación directa al movimiento mussoliniano. En Francia, los sondeos auguran la victoria en las europeas de un partido heredero del régimen de Vichy. Solo en Alemania, la derecha resiste y se niega a pactar con los extremistas de Alternativa por Alemania. En España no vamos demasiado bien. Los conservadores gobiernan en algunas comunidades autónomas con la extrema derecha, de aroma franquista, y aceptan elementos simbólicos importantes para ella, como derogar las leyes de memoria democrática. Aragón es un mal ejemplo, precisamente en esta misma dirección.

Vicente Pinilla es catedrático de Historia Económica en la Universidad de Zaragoza

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