Cartas al director de HERALDO: Convalecencia, una palabra que rima con convivencia

Convalecencia, una palabra que rima con convivencia

Observo la fotografía de una maqueta y veo en ella que todas las figuras que aparecen están en el instante de un momento de movimiento, dado que la imagen corresponde a una vuelta ciclista. Estoy convaleciente después de una caída en casa. 

Observo que estoy recobrando fuerzas, en un estado de ralentización para volver a la normalidad después de un impacto físico. También observo, valga la redundancia de la palabra, que el verbo convalecer se conjuga como el verbo agradecer. Y esa observación me lleva a agradecer los cuidados más especiales que tengo y que me hacen vivir a otro ritmo. Quiero asumir la convalecencia como autocuidado y responsabilidad. Y lo mejor que podemos hacer cuando nos caemos es levantarnos con dignidad y seguir adelante. Incluso me lo puedo aplicar emocionalmente. Y a quienes nos gustan los juegos de palabras podemos pensar que dicha palabra con conveniencia y convivencia tiene muchas letras que coinciden.

Esta foto que miro está rescatada de uno de mis viajes a Milán, ¡y cómo echo en falta esas caminatas por las calles de los distritos más antiguos de esa bella ciudad! Uno de ellos, Brera, donde tomé la foto en un escaparate de una bella tienda de ‘souvenirs’. Dichas calles también eran exploradas por ‘tours’ realizados en bicicleta y en patín eléctrico, en las tres opciones siempre el movimiento era el punto vertebrador de días felices y festivos para el ánimo.

María Luisa Alonso Alcalá. ZARAGOZA

La rampa de los autobuses

Por la noche, el conductor del autobús acerca el vehículo a la acera, lanza la rampa para que suba una silla de ruedas y su ocupante activa su mando eléctrico para ascender al interior. Pero eso no llega a suceder, sino que, casi en la cima, la silla retrocede, supera los topes de antivuelco y tanto la silla como su ocupante acaban volcados en la acera. El discapacitado ha caído con la cabeza hacia abajo. ¿El resultado? Un latigazo cervical. Si hay una próxima vez, esto podría acabar de otra manera. La causa es que casi ningún conductor se toma la molestia de bajar la suspensión del vehículo antes de lanzar la rampa, por lo que queda con una pendiente demasiado pronunciada cuyo ascenso no está al alcance de la fuerza de todas las sillas. Dos cartas he escrito ya a Avanza. Y hablé con un conductor vecino mío. La explicación para no bajar la suspensión es la presión que los tiempos ejercen sobre los conductores. Pero, ¿qué es antes, la puntualidad de un autobús o las lesiones y la vida de ciertos ocupantes? La seguridad de los pasajeros, de todos los pasajeros, debe ser prioritaria. Si no bajan la suspensión, no es necesario que instalen ninguna rampa: es peligrosa y podría costarnos la vida... o varios meses tratando lesiones. ¿Tanto merecen la pena los horarios? Piensen.

Juan Segura Ferrer. ZARAGOZA

Las costuras del sistema educativo

La certidumbre, como cuestión indispensable a generar en cualquier organización, se muestra como elemento central en un entorno donde los clientes o usuarios son generadores de incertidumbre, como son los alumnos de un instituto de Secundaria y Formación Profesional, cuya evolución muestra un hito del paso de primaria a secundaria. Por su edad (12 años) pueden no haber descrito un comportamiento adolescente, por lo que esta nueva etapa se describe principalmente por un nuevo perfil del profesorado, donde la vocación o motivación intrínseca se torna en determinadas personas en motivación extrínseca. La incertidumbre, en este caso, se describe en los profesionales que deben asumir un rol que suma conocimientos metodológicos, y saber dónde se encuentran. Y una prueba de ello es cómo en el Máster de Profesorado en Secundaria se matriculan cada año personas con una motivación que responde a trabajar menos horas al año, sin una reflexión previa sobre su verdadero rol docente. Pero, ¿se aborda esta cuestión en el título habilitante que permite ejercer la labor docente en Secundaria y Formación Profesional? No: las costuras del sistema educativo se muestran en los docentes que no tienen una verdadera motivación para su trabajo, y en cómo el propio sistema educativo no lo tiene en consideración.

Sergio García Álvarez. ZARAGOZA

Azcón y la derogación de la ley de memoria democrática

Azcón, desde la gran autoridad de la que se siente investido, se atrevió a desautorizar el informe de la ONU que considera que su ley "invisibiliza" las "violaciones de derechos humanos" en la dictadura de Franco. Eso es mantener y no enmendar sus errores y no aceptar con espíritu democrático la crítica legítima que, desde Aragón y desde el mundo entero, muchos le hacemos. Diga lo que diga Azcón, el desautorizado es él y quienes votaron esa ley ignominiosa. Yo le pido al político que puso memoriales de las víctimas del terrorismo y de la Guerra de la Independencia que, si le queda algo de dignidad, dimita.

Carlos Perrela Larrosa. ZARAGOZA

¡Y ancha es Castilla!

Cuentan de uno que se presentó a oposiciones para barrendero en su pueblo y no lo admitieron por no saber las cuatro reglas, como se decía antes. El amigo le pregunta: ¿y qué has hecho?; y dice: hacerme alcalde. Es lo que está pasando con nuestros ministros y ministras, por no exigir unos mínimos para según qué cargos, capaces de crear un conflicto por no tener idea de lo que se debe o no se debe decir, pero incapaces de retractarse porque se creen en posesión de la verdad. Como no tienen idea ni les importan las consecuencias, pues se quedan tan anchos. Y mal la incapacidad del que lo dice, pero el que lo mantiene en su sitio se supone que está igual de capacitado. Tampoco es que les importe mucho, porque saben que antes o después se irán con los bolsillos llenos y el que venga atrás que arree. Pero con decir que subiremos el sueldo y bajaremos las horas, que es lo que la mayoría quiere oír, sin preguntarse quién lo va a pagar (yo diría que el último consumidor, como siempre), pues todos contentos, y ancha es Castilla.

Mariano Martínez Beltrán. GALLUR (ZARAGOZA)

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