El PSC de Salvador Illa será el partido más votado en las elecciones catalanas del próximo domingo, según el sondeo de DYM para HENNEO que hoy publica HERALDO. No obstante, se prevé una amplia dispersión de voto que podría dar lugar a la entrada de hasta ocho partidos en el Parlament. 

Con este pronóstico cobran especial protagonismo los acuerdos poselectorales. La suma de los escaños del PSC y ERC se quedaría al borde de la mayoría absoluta, que alcanzaría sumando a los ‘comunes’. La reedición de una coalición ERC-Junts, como la inicial de la última legislatura, necesitaría un mayor apoyo de otros partidos. Todo está, pues, en el aire.

La clave de la segunda y última semana de la campaña electoral y de la propia cita del domingo es quién pactará con quién para asegurarse la Generalitat y para evitar una posible repetición de los comicios. Salvador Illa ya se ha abierto a encabezar un gobierno transversal con los independentistas, incluso con Junts como socio. Sin embargo, Carles Puigdemont ha dejado claro que no hará presidente al candidato del PSC. Muy al contrario, el líder del partido heredero de CiU ha puesto sobre la mesa su tesis: no hace falta una mayoría absoluta secesionista para que él sea presidente. Basta con que la suma de diputados de Junts y ERC sea lo suficientemente sólida para que el PSC-PSOE se vea obligado a facilitar su investidura a cambio de que sus siete diputados nacionales mantengan a Pedro Sánchez en la Moncloa. Los días que quedan de campaña es difícil que arrojen luz sobre la futura gobernabilidad de Cataluña, dados los vetos cruzados. Lo que sí debería dejar claro ya el Gobierno central es que no habrá más cesiones a los independentistas.