El periodo de reflexión de Pedro Sánchez: España necesita recuperar la estabilidad
Pedro Sánchez debe comparecer hoy ante los españoles, según anunció él mismo el pasado miércoles, para comunicar su decisión o de dimitir o de seguir al frente del Gobierno. Durante cinco jornadas de un inusual paréntesis de reflexión, en el que el aparato del Estado ha sido sometido a una anómala situación de interinidad, ha mantenido al país en vilo, especialmente a la clase política y sobre todo a su partido. Ha llegado la hora de que se pronuncie y de que, anuncie lo que anuncie, España recupere la estabilidad que necesita para abordar los retos que tiene por delante
El líder socialista abrió la semana pasada por sorpresa una crisis institucional que hoy debe entrar en vías de solución, bien anuncie su continuidad bien su retirada. Por ahora, sigue encabezando un Gobierno legítimo, aunque se forjó a través de una controvertida ley de amnistía y de otras censurables cesiones a partidos independentistas y contrarios a la Constitución. Si quiere abrir una crisis de liderazgo con un debate sucesorio es algo que depende de él y de sus circunstancias. Sea como fuere, el país sigue necesitando que la clase política coopere para lograr una eficiente gobernabilidad, alejada de la estéril polarización.
Desde que el presidente del Gobierno desatara las dudas sobre su continuidad, el país no se merece estar en vilo. Superado este trance, a todos los partidos les corresponde la tarea de regenerar el escenario político. Su papel constitucional es ser parte de la solución, no del problema. Los resultados de las elecciones de julio del año pasado dieron al PSOE la posibilidad de forjar una frágil mayoría parlamentaria por la incapacidad de las dos grandes formaciones para entenderse. Esta debilidad, sin embargo, no justifica que no se culminen las reformas imprescindibles para el país.
