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  • Editorial

Una propuesta fiscal inaceptable

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reúne con el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, en la Moncloa
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez con el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, en la Moncloa
Emilio Naranjo

La propuesta fiscal que promueve el Gobierno de Cataluña, y que en algún momento espera negociar con el Ejecutivo central, supondría un golpe a las autonomías del régimen común de financiación, como Aragón, y replicaría el sistema de concierto y cupo que la Constitución reconoce al País Vasco y a Navarra. 

No es la primera vez que el nacionalismo catalán plantea proyectos similares, el peligro en este momento es que el Gobierno de Sánchez, dependiente de los votos separatistas, podría ceder a sus presiones.

En vísperas de las elecciones catalanas, el Gobierno de ERC en la Generalitat ha puesto sobre la mesa lo que denomina "soberanía fiscal plena", que significaría que Cataluña regulase y recaudase todos los impuestos en su territorio, pactando después una aportación a los Presupuestos del Estado y a un fondo de solidaridad. Se trata de aplicar a Cataluña el mismo sistema fiscal que ya tienen, porque así lo establece la Constitución, el País Vasco y Navarra. Lo que implicaría desarticular el régimen común de financiación autonómica, cuya revisión lleva pendiente demasiados años y se complicaría todavía más, política y financieramente, si se concediese a Cataluña el privilegio que propone la Generalitat. En definitiva, se trata de mejorar la financiación autonómica catalana sin tener en cuenta las necesidades de los demás territorios y de crear una base fiscal para la pretendida independencia. De ser aceptado, este sistema ampliaría la brecha de desigualdad entre los españoles de diferentes autonomías, por lo que las fuerzas políticas nacionales deberían rechazarlo. Pero está claro que los separatistas ven en la situación política actual una ‘ventana de oportunidad’ para avanzar también en esta dirección, pues los socialistas podrían ceder con tal de mantener a Pedro Sánchez en el poder. Un nuevo peligro para la estabilidad política de España.

Zona única para la escolarización

La aplicación de un criterio basado en la distancia, a la hora de elegir colegio, en lugar de las zonas que existían hasta ahora, supone una novedad en el proceso de escolarización para las familias de las ciudades de Zaragoza y Huesca. El nuevo sistema ha recibido críticas por el temor de que favorezca a determinados centros, pero la DGA considera que potenciará la capacidad de elección. Cuando concluya el proceso habrá que evaluar sus resultados.

Acuerdo para un plan de vivienda

El Ayuntamiento de Zaragoza y el Gobierno de Aragón han decidido al fin intervenir de manera directa para paliar el déficit de viviendas de alquiler a precio asequible en la ciudad. La fórmula elegida presenta muchos aspectos novedosos, desde el tipo de suelos a la fórmula del derecho de superficie, que habrá que ver cómo funcionan a lo largo de un periodo de tiempo prolongado. El plan es ambicioso, aunque mil viviendas no serán suficientes.

La admirable afición zaragocista

Después de mes y medio sin conocer la victoria, el Real Zaragoza atraviesa una seria crisis. Pero, aunque pueden fallar, y mucho, el juego o los resultados, hay algo en el equipo aragonés que siempre funciona admirablemente: la afición. El pasado domingo, en el estreno de Víctor Fernández, la Romareda fue el tercer campo de España con más numerosa asistencia, por encima de la mayoría de los de Primera División. El zaragocismo no rebla.

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