¿Quién paga los percebes de La Chalana?
La Chalana es esa marisquería de Madrid (tienen dos establecimientos en Asturias y otros dos en la capital de España) tan frecuentada por los personajes del caso Koldo (por Koldo García Izaguirre) para sus encuentros de festejos y negocios varios, y a la que acuden también con habitualidad otros cargos, autoridades y políticos de toda laya.
Como acuden a otros muchos y costosos restaurantes de Madrid por los que suelen sentir una extraña afición.
Los almuerzos y cenas en La Chalana no son más que la punta del iceberg de los dispendios en que la clase política incurre a la hora de comer a nuestra costa, pues esos percebes y otros varios frutos del mar que consumen estas gentes los pagamos usted y yo.
Existe en los Presupuestos Generales del Estado una partida dedicada a las "atenciones protocolarias y representativas", que en el presupuesto de 2022 ascendía a 3,5 millones de euros y distribuía entre diferentes ministerios y organismos dicha cantidad, estableciendo un control del gasto y su justificación, que parece ser que no se cumple habitualmente, lo que ha hecho que el mismo Banco de España haya advertido de la necesidad de retirar o al menos revisar tal partida.
Sería muy importante contar con la máxima transparencia en estos casos –como en todos los demás gastos del Estado– para tranquilidad del ciudadano que, por supuesto, no suele ver percebes en su dieta.
Esa partida presupuestaria es compatible con otras en las que se desvela el lujo en que se mueven a veces el presidente y los miembros del gobierno. Un ejemplo: la partida del ‘catering’ para el Falcon que utiliza Pedro Sánchez asciende a más de 200.000 euros. Y así podríamos seguir.
El inefable Koldo García, tesorero andante de su ministro Ábalos, era un hombre precavido para estas cosas, por si acaso. Se dice que llevaba tres sobres distintos para esos pagos en efectivo con billetes de 500 euros. En uno de los sobres estaba escrita la palabra ‘Jose’ (sin acento, y referida sin duda al ministro José Luis Ábalos), en otro, la palabra ‘Ferraz’ (suponiendo que con los fondos de ese sobre se habían de cargar gastos al partido) y la palabra 'Ministerio’ en el tercero, del que debían extraerse los pagos con cargo al Ministerio. Puede que Koldo fuera un experto en contabilidad analítica, pero me imagino que más de un lío se haría con el trajín de tanto sobre.
En resumen: que todos solemos comer todos los días, pero que no es necesaria ni saludable tanta ostentación ni tanto marisco. Ser alto cargo no da derecho, ‘per se’, a tirar de restaurante de cinco tenedores y en todo esto se debería poner un poco más de orden. Que cada cual coma en su casa o se pague de su bolsillo un menú del día, exceptuando esas ocasiones en que, de verdad, deba actuarse en representación del Gobierno o del país. Los ciudadanos ya pagamos bastantes impuestos como para tener que cargar con los percebes de los demás.
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