Los agricultores tienen razón
Los agricultores tienen razón. Ya desmantelamos la industria y no pudimos hacer mascarillas. A este paso no sabremos criar un tomate. En el programa Atrapa un millón, de Antena 3, el presentador recomendó el tomate de Barbastro, tomate aragonés. Fue un momento cumbre total.
España ha construido un submarino y ensamblamos coches, aunque desde el Hispano Suiza no hemos creado ninguno. Los agricultores tienen razón. También perdimos el tren de los microchips: el gran Mateo Valero, de Alfamén, alma del superordenador Mare Nostrum, lucha porque la Unión Europea fabrique su propio procesador, única forma de que no te metan una puerta trasera y te espíen de origen. La globalización tiene cosas buenas, pero si matamos el campo dependemos del tráfico marítimo y el colapso de los estrechos y el capricho de toda clase de chiflados como Trump o de asesinos como Putin.
Los agricultores tienen razón. Si se imponen requisitos ecológicos y sanitarios y climáticos para lo local se han de aplicar también a lo foráneo. Si la Unión Europea colonizada por lobys decide machacar sus propios productos entra en suicidio, así que la protesta del campo beneficia a todos. Ahora hay que fabricar armas a toda prisa pero si traes el tomate de fuera haces más CO2 y no sabe a nada. Y la verdura lejana sabe al plástico que la envuelve. El sector gasta más en pegatinas (poco ecológicas) que en lobis y en coordinación para hacer piña, o mejor, pella. Hacer pella en Bruselas y, por elevación, en Madrid. El gob sanchero va a eliminar 151 líneas de bus comarcales. La España vacía precisa un gobierno lleno. Los agricultores tienen razón.
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