El gran ‘caganer’

El gran ‘caganer’
El gran ‘caganer’
Lola García

Los habituales de la política catalana saben que en ella nada es nunca lo que parece. El grado de teatralización en sus tabucos es altísimo. Los actores se tapan tras máscaras heroicas, calzan coturnos para aparentar mayor talla y visten togas cuatribarradas como lábaros milagrosos. Pero, como en el cuento del rey desnudo, bien mirados son poca cosa y en los tenderetes navideños de Barcelona aparecen como ‘caganers’ y siempre al mismo precio: por un lado, Artur, Carles, Pere, Miriam, Quim...; por otro, Oriol, Gabriel, Joan, Ernest... Todos, en fin, secretan la misma sustancia barrosa y tafanaria.

Fuera de Cataluña, los de Carles valen cero y dentro ocupan solo la quinta posición, con poco más del diez por ciento de los votos. La otra serie caganera tiene pocos más y anda decaída.

Pero, cuando todo parece agostado, surge en Ferraz el gran caganer Pedro: los gallos de Puigdemont son arias de Puccini; los gruñidos de institutriz avinagrada de Nogueras ascienden a catilinarias y las galindainas infantiles –‘colorín colorado’­– del pimpante Turull se toman por graves admoniciones. El poder de Sánchez (cuyo moñaco se vende en tienda al mismo precio que el resto) es decretar que tal guirigay es un grave canto coral, a cuyo compás ajusta el rumbo del Estado.

La amnistía que se cuece viene rebozada en elementos poco visibles, pero reales. Uno es la evicción de las Fuerzas de Seguridad del Estado (las competencias sobre inmigración vienen por ahí y por acercarse al control de fronteras). Otro es la condonación de deuda, uncida a la avidez tributaria, arropada en la casposa doctrina de las balanzas fiscales.

Los pasos y actitudes del Gobierno y de la dirección del PSOE cooperan en el propósito independentista de crear paulatinamente ‘estructuras de Estado’

Todo eso sirve para ir creando lo que el pujolismo consignó certeramente (aunque por escrito y en secreto) como palanca mayor para el acceso a la independencia: la creación de ‘estructuras de Estado’. Los pasos que va dando la ejecutiva del PSOE ayudan mucho a estas pretensiones, aun a costa de un triste desapego con la propia tradición nacional del mejor socialismo.

El argumento de las balanzas fiscales desequilibradas en contra de Cataluña lo aliñó el ‘convergente’ Ramón Trías Fargas, venerado por el pujolismo. El expolio de Cataluña por el Estado era secular e ingente, de rango colonial. Su mellizo en el dúo es el bajo continuo del agua del Ebro: un estrés hídrico perpetuo mendiga sin éxito ante las opulencias amazónicas de un Aragón sordo y egoísta. Balanzas y aguas son de nuevo argumentos útiles, porque el separatismo se crece con la debilidad de Sánchez, peregrino (por poderes) a Waterloo y a las oficinas de la calle Calabria, donde vigila el ojo de Junqueras.

Josep Borrell, gran líder perdido del PSOE, se sabía muy bien esta martingala. Pero, víctima de conjuras internas, incluso su actitud vital cambió desde entonces. Borrell apoyó a Sánchez, probablemente por empatía con su situación de secretario general defenestrado, al tiempo que se alejaba de la política nacional, pero no tanto que la abandonase. En unión de Joan Llorach, un colega interesante, expuso en un jugoso e incisivo libro una serie de argumentos contra la mendaz demagogia del pujolismo tecnocrático (Mas) y el festivo populismo separatista (Junqueras). En ‘Las cuentas y los cuentos de la independencia’ (Catarata, 2015) se exponen y rebaten las más o menos ingeniosas falsedades económicas que ‘demuestran’ cómo y en qué cuantía la voraz e implacable España ha esquilmado y robado a la indefensa Cataluña por los siglos de los siglos. Escrito por dos catalanes solventes y sin pelos en la lengua. ‘Clar y catalá’.

Algunos de sus argumentos los había expuesto ya Borrell en una inolvidable entrevista que le hizo por la radio la insidiosa activista del separatismo periodístico catalán Mònica Terribas. Todo un talento ante el micrófono, temible por su intransigencia nacionalista. Terribas quiso poner a Borrell, una y otra vez, en aprietos con preguntas rebozadas de datos legales y económicos: que si las balanzas fiscales, que si el Bundestag, que si la Unión Europea... Fue el 6 de febrero 2014, en Catalunya Ràdio. La diva del independentismo no pudo con el político de La Pobla, que la trató como a una escolar ignorante: "Cuando usted va en avión de Madrid a Barcelona, ¿verdad que sabe que hay un radar en Calamocha que guía su avión? ¿Le beneficia o no le beneficia a usted este radar? Claro que le beneficia. ¡Ah, pero está en Aragón! Entonces, ¿qué hemos de decir, que el radar de Calamocha solo beneficia a los aragoneses?". Esto es: una inversión en Aragón para beneficio de Cataluña y Madrid ¿cómo ha de computarse?

Felipe González subraya que los socios de Pedro Sánchez acosan de forma ‘intolerable’ a los fiscales y magistrados que encausaron a los golpistas de 2017

Volvemos a un estado inadmisible de cosas. Felipe González ha dicho que los socios de Sánchez "acosan de forma intolerable" a los jueces y fiscales que encausaron a los separatistas. Han logrado, además, que «el grave asunto de la amnistía" se trate "de cualquier manera" y que la amnistía "esté hecha por los amnistiados". Esto es aún peor que lo del radar de Calamocha.

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos en HERALDO por Guillermo Fatás)

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