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  • Editorial

Desaceleración suave

Bolsa de Madrid este martes
Bolsa de Madrid
Efe

Los informes macroeconómicos sobre previsiones para el próximo año, que se empiezan a hacer públicos, apuntan a que Aragón vivirá en 2024 una suave desaceleración. 

En concreto, se temen los efectos negativos de los elevados niveles de deuda y déficit, sobre todo con el telón de fondo del clima de degradación política que se vive en el ámbito nacional, con la inseguridad jurídica que generan los pactos para la investidura de Pedro Sánchez y también por las imposiciones a la Moncloa por parte de los partidos independentistas y nacionalistas. Este horizonte incierto obliga al Gobierno central a realizar un esfuerzo por apaciguar los ánimos y trabajar de forma colaborativa para dar una mayor estabilidad al país. Un panorama previsible de desaceleración económica exige más responsabilidad por parte de todos porque la crispación política repercute claramente sobre el clima económico y social.

Preocupan en Aragón, como en el resto del país, los elevados niveles de deuda y déficit. A cambio, empieza a inquietar algo menos la inflación. De hecho, ya no es la principal preocupación, pese a que sigue marcando índices muy elevados. El año va a terminar en la Comunidad mejor respecto a lo vaticinado hace un año. Por el contrario, la previsión para 2024 es algo peor, aunque sin acercarse a la recesión. Inquieta también la degradación del escenario político, sobre todo el nacional. En este contexto, es preciso que el Gobierno de Pedro Sánchez recupere la centralidad y negocie con el PP algunas grandes reformas que siguen pendientes, que se mejore la gestión de los fondos europeos, que se diseñe una política de independencia energética y que se consiga un pacto de rentas. También es necesario introducir mejoras administrativas para agilizar los pagos del sector público a los proveedores y la regulación de un fondo para despidos.

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