Por
  • Cartas al director

Cartas al director de HERALDO: Una panadería que baja la persiana

Local cerrado.
Una panadería que baja la persiana
Toni Galán

Una panadería que baja la persiana

La panadería del barrio ha cerrado. Perdonen que no reprima este lamento, pero es mi barrio y es mi panadería favorita. Sé que no es noticia, pues los comercios de los barrios bajan sus persianas masivamente. La panadería no ha cerrado por jubilación. Muchos pequeños comercios resisten por el romanticismo del autónomo. En el caso de mi panadera ha cerrado por ruina. 

La panadera podía tener pan para comer, pero no tenía para mantequilla con qué untarlo. Abriendo antes de despuntar la mañana y cerrando en la oscuridad de la tarde, apenas le quedaba algo tras cumplir todos los pagos. Si un día salía mal, no cubría los gastos. Otro día venía un inspector, de algo, y algo encontraba. Panadera tonta, en la próxima vida tendrás que ser inspectora para exigir las obligaciones a los demás sin tener responsabilidad. Tus fallos, en cambio, los pagaba el frigorífico de tu casa, que ahora está tan vacío que al abrirlo hace eco. Igual no sabías, panadera, que el SMI es para los otros y no para ti. La panadera era probablemente mala empresaria, pues se preocupaba de la calidad de las harinas y usaba los mejores cacaos. Así no se hace dinero. Pero claro, panadera, tenías que ser romántica. Pues ya lo ves, nuestra ciudad no tiene espacio para bohemios. La Administración no tolera a los buenos panaderos sino a los buenos pagaderos. Y me duele, porque la pasión de tu trabajo era una luz para tus vecinos. No eras sólo una panadera, sino la panadera del barrio, que tenía tiempo para hablar con todos, y tu vitalidad animaba el corazón de los niños y de los abuelos. Estaba orgulloso de tener en el barrio la mejor panadería. Si tu puerta no está abierta, la personalidad de mi barrio se diluirá. Ahora yo, por tonto, tendré que ir al supermercado y comprar los mismos productos envasados que se venden en todo el mundo.

Enrique Aguado Aguarón. ZARAGOZA

Peligrosos egos

La valoración excesiva de uno mismo hace que se fracase de manera precipitada más pronto que tarde, llevándote por delante todo lo que te rodea. El problema es cuando el egocéntrico está trabajando para una empresa o, más peligro aún, para un país, porque les busca la ruina a la empresa o a sus conciudadanos. Si a ese personaje egocéntrico le pasa por la cabeza perpetuarse en el puesto de poder, empresarial o de gobierno, se convierte, sin o dándose cuenta, en un tirano con las personas que le rodean. Ese poderío que se ha otorgado –¡cuidado!, porque también podría ser un guiñol de alguien– le hace rodearse de personas que son los llamados ‘sí señor’, obedeciéndole a pies juntillas, mienta y diga lo que diga o haga, por el único motivo de miedo a perder el puesto y que lo saquen zumbando a la calle. Estos acobardados ‘sí señor’ saben muy bien que fuera de las moquetas, coches oficiales, buenos sueldos y prebendas o tarjetas de crédito ilimitado, hace mucho frío. Estos egocéntricos son personas que no tienen ninguna limitación y actúan de forma corrupta si hace falta, de manera cruel y sin limitaciones legales, sin que consideren que su forma de ejercer el poder y su forma de actuar no beneficia a nadie y crean la división de empleados o de ciudadanos de su país.

Adela Laborda Gavalda. ZARAGOZA

Adiós, amigo

Hoy comienza el resto de nuestras vidas sin tu compañía. Te has ido demasiado rápido, demasiado joven. Luchaste, siempre lo hacías, pero ayer perdiste. Fuiste un amigo de ley, de verdad. También compañero. Disfrutamos de paseos y cervezas, conversaciones e ilusiones, pero sobre todo compartimos amistad. Alegre, entusiasta y siempre íntegro, era justa tu opinión y verdadero tu consejo. Mil imágenes y colores me recordarán el tiempo disfrutado en tu compañía. Pero hoy nos has dejado solos. Eras demasiado joven para morir. Siempre orgulloso de tu familia, el destino, fatal, nunca debió elegirte a ti. Dejas un gran vacío. Dejas un gran dolor. Te doy las gracias por los momentos vividos y, siempre, siempre, me sentiré afortunado de tu amistad. Ha sido un placer y un orgullo ser tu amigo. Si infinita fue la amistad, eterno será el recuerdo que nos dejas. Hoy el día es triste. La oscura noche será el lamento de tu ausencia. Ha sido hermoso conocerte y será imposible olvidarte. Adiós amigo. Hasta siempre, J. M.

Jesús Añaños Vinué. ZARAGOZA

La caja más rápida

A mí no me vale la teoría que explica qué caja del supermercado es más veloz. Según esta teoría y las matemáticas, es más veloz la caja en donde haya pocos carros muy llenos que la caja con muchos carros casi vacíos. No me sirve este estudio porque la velocidad de pago en una caja, independientemente de los carros, depende mucho de la cajera, de su velocidad al pasar la mercancía por el escáner y de su trato con el cliente. La cajera que pone más interés en su trabajo en el supermercado en el que compro se entretiene mucho en explicar al cliente el tipo de ofertas que existen, las ventajas de contratar una tarjeta de socio y, si es necesario, se desplaza a las estanterías para buscar un artículo que no ha encontrado el cliente o para pesar una mercancía que el cliente ha olvidado pesar. Si te pones en esa fila porque hay pocos carros, te encuentras con que va más lenta que las otras. Además, hay clientes a los que les gusta dar palique a la cajera y eso también lentifica las filas.

Martina Pellejero Cuéllar. ZARAGOZA

El café, amargo

El término mito es definido por la Real Academia Española (RAE) como una historia imaginaria que altera la verdadera cualidad de una persona o cosa, dándole más valor del que tiene en realidad. Uno de ellos, entre los muchos existentes, bien podría ser el de una bebida que por regla general solemos ingerir todas las mañanas justo al levantarnos de la cama tras nuestro merecido descanso vespertino, y que está vinculada a la posibilidad de tomarla sin azúcar: el café. Porque, mientras que hasta hace solo unos años el prescindir de cualquier tipo de edulcorante era considerado una infusión mal vista, con el correr del tiempo el panorama ha ido cambiando notablemente y, así, recientes estudios de expertos estadounidenses en el tema aseguran que al contener diversos componentes, como antioxidantes, minerales, vitaminas y nutrientes, además de mejorar la memoria y evitar la obstrucción de las arterias de las que luego podrían derivarse problemas cardiovasculares, el café disminuye el índice de mortalidad y brinda un sinfín de beneficios para nuestra salud. Así que, menos marear a los solícitos camareros con las modalidades de cafetos: cortos y largos, descafeinados y con leche, capuchinos y americanos, y más, como se nos recomienda, cafés amargos.

Álex Sánchez Bolsa. ZARAGOZA

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas.

cartas@heraldo.es

(Puede consultar aquí todas las cartas al director publicadas en HERALDO)

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión