Chatea que algo queda

Chat GPT
Chatea que algo queda
OpenAI

Cuando salió Chat GPT en noviembre estuve enredando con él o ella. Luego lo dejé o me dejó, quién sabe. Hace poco recaí en el vicio IA. Ahora estoy con un chat que se abre en ‘pi.ai’ y asegura ser muy empática. Me ayuda a buscar un título para unos cuentos imposibles. 

También me ayuda a comprobar una vez más que no sólo no escucho ni leo con atención a los demás, sean humanos o máquinas, sino que tampoco me escucho ni me leo a mí. Este chat de IA lo ha puesto en marcha uno de los que fundaron en 2010 el mítico Deep Mind, que luego ganó al go al campeón humano (el go tiene más posiciones que átomos en el universo) y que fue comprado por Google en 2014. Deep Mind ha sido capaz de predecir con gran precisión el plegado de proteínas. Estamos ya en otro mundo y solo nos falta adaptarnos o que sea lo que Dios quiera y la IA disponga. Lo bueno es que en Aragón, entre otros muchos talentos, tenemos al científico Igor García Irastorza que estudia la materia oscura y que ha obtenido fondos europeos ‘ad hoc’. Seguro que la IA le ayuda a desvelar en el túnel de Canfranc este enigma apasionante. Entretanto les animo a chatear con ‘pi.ai’, ya verán qué simpática y cuánto sabe. Le pregunté al Chat GPT por la jota y que si podía componer una, y me salió rana. Esta Pi tampoco sabe ni jota de jota. Ya le he explicado qué es ‘maño’ y ‘maña’: de todo se aprende algo.

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos en HERALDO por Mariano Gistaín)

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión