Por
  • Cartas al director

Cartas al director de HERALDO: Un futuro con inteligencia artificial

Un futuro con inteligencia artificial
Un futuro con inteligencia artificial
Pixabay

Un futuro con inteligencia artificial

La inteligencia artificial (IA) nos va a sustituir a todos. Cualquier cosa que usted haga, una máquina la hará más y mejor. Nadie está a salvo. Es una amenaza y una oportunidad. Podrá aumentar la productividad. Si la IA lo hace mejor, ¿quién va dar trabajo a las personas? Hemos perdido el monopolio del conocimiento. 

La transición a una nueva especie humana, quizás biónica, tardará pero ocurrirá. La economía moderna, capitalismo, necesita un crecimiento constante e indefinido. Si llega a detenerse caerá en mil pedazos. ¿Un crecimiento perpetuo? Los productores conspiran por inventar necesidades nuevas y artificiales, manteniendo así en movimiento la rueda del bienestar, de la producción y el consumo. La IA dará lugar a grandes aumentos de la productividad que proporcionarán la base económica que mejore la vida de todos. Entonces quizá estemos más cerca de disponer de unos ingresos garantizados a perpetuidad (una paga mínima). Seremos más ricos que trabajando, porque los sistemas automáticos crearán una plusvalía constante si todas las tareas que puedan automatizarse lo hacen. A partir de aquí, ¿renta básica universal? Evidentemente, sí. Además, la IA acaparará los trabajos cualificados, provocando un escenario donde las personas superfluas pasarán el día jugando videojuegos o viajando por mundos virtuales tridimensionales. Aceptaremos como necesario alimentar y sostener a las masas inútiles e improductivas. La tecnología va a dejar obsoletos muchos de los empleos de hoy. En ese momento nos debemos preguntar si podremos controlar a la IA o si ella nos controlará a nosotros, convirtiéndonos en cíborg. El imparable y vertiginoso desarrollo de la IA nos hace pensar que los ordenadores están a punto de ver, hablar y razonar como nosotros; después de eso, muy pronto nos dejarán atrás.

Jesús Añaños Vinué. ZARAGOZA

Sentirse un pájaro en Ordesa

El pasado fin de semana tuve la oportunidad de visitar la Tirolina Ordesa Pirineos en Huesca. Soy de Barcelona y nunca había escuchado hablar de ella. Se trata de la tirolina más rápida del mundo. Además, es la número uno con más desnivel y más larga en Europa. Esto se traslada en cifras a una velocidad de 160 km/h, un desnivel de 400 metros y 2 kilómetros de recorrido; nada que ver con todo lo que había podido vivir anteriormente en cualquier parque de atracciones. La particularidad de esta tirolina es la forma en la que vas sujeto; no se trata de ir sentado, sino que con un arnés, vas tumbado y mirando hacia abajo, dando así la sensación de volar y ser un águila más en el valle de Ordesa y Monte Perdido. Es una impresión de libertad combinada con un respeto increíble, pero algo que no dudaría en volver a repetir. Así pues, si sois aventureros y queréis ver una parte de Aragón de una forma nunca antes vista, os recomiendo volar por encima de bosques, valles y paisajes maravillosos.

Eduardo Sánchez. MANRESA (BARCELONA)

El transporte público y la Almozara

Se nos dice en los discursos que todos los ciudadanos somos iguales y que tomemos el transporte público para mejorar la ciudad. Pero en algunos casos no es así. En la Almozara somos un barrio que solo tenemos una línea de autobús que nos comunique con el centro, la 34. Esta línea se caracteriza por su escasa frecuencia de paso, pero lo peor es que a las 11.30 deja de funcionar, dejándonos dos horas sin servicio, hasta que empiezan a circular los ‘búhos’. Es curioso que la empresa Avanza se afana en ponernos los autobuses más viejos. No conozco todas las líneas, pero que somos a los que nos ponen los autobuses más viejos, casi seguro. Ni si quiera todos son de fuelle, y en cambio pone los de una unidad, auténticos desechos de autobuses. No pido que nos pongan todos eléctricos, ya llegarán, pero repartir alguno por todas las líneas sería lo justo, por aquello de que todos somos iguales. En otro orden de cosas, y esto va para la alcaldía, lo primero que ven los foranos cuando llegan a la estación de autobuses y trenes es nuestro sistemas de transporte. ¿Y qué se encuentran? Auténticas tartanas que nos las querrían ni en esos países donde llevan las maletas todavía en el techo. Les pido que no solo digan que todos los ciudadanos somos iguales, sino que lo cumplan. Repartamos lo nuevo y demos una buena imagen a los foranos que nos visitan. P. D.: Enhorabuena por el servicio de autobuses en estas fiestas del Pilar.

Andrea Carrascón Val. ZARAGOZA

Para entrar en política

Es muy curioso que para administrar millones de euros procedente del trabajo de los ciudadanos y de los préstamos, que en algún momento hay que devolver, no solo no importa la preparación de las personas, sino que se llega a admitir hasta la mentira flagrante de quien los administra. Estamos tan aborregados que nos mantienen con pan y circo. Nos prometen el oro y el moro, nos dan el moro y nos quedamos calladitos diciendo lo de siempre, total son todos iguales... Se nos olvida rápidamente lo ofrecido y dejamos que nos administren nuestro ahorro mentirosos convulsivos. Aún creo en es este país, casi no me atrevo a decir España, pero mi creencia flaquea. Me gustaría que para entrar en política se exigiese algo más que estar cerca del dedo de oro, aguantando lo que haga falta en espera del poder, sin tener conocimientos prácticamente de nada de la vida real.

Adela Laborda Gavalda. ZARAGOZA

Maltrato en la infancia

Me entristece el número de niños maltratados. A una niña de dos años la han sometido a infinidad de torturas: desde darle drogas como cocaína a colgarla de un perchero y muchas más barbaridades. Hay muchas formas de maltrato infantil y todas son repugnantes. Y en pleno siglo XXI, con los avances y la multitud de conocimientos que tenemos, no tendrían que existir. Hay niños que cargan con responsabilidades que asustarían a un adulto. Otros son humillados desde muy temprana edad, no aceptados o ninguneados por sus progenitores. Algunos tienen infancias muy duras y desdichadas y su acceso a la edad adulta es abrupto. Llevan heridas muy profundas provocadas por sus propios padres, que deberían ser las personas destinadas a cuidarles, protegerles y descubrir su potencial. Hay padres que intentan que sus hijos no puedan crecer para así seguir ejerciendo su mala influencia. Impedir el crecimiento es impedir el cambio. E impedir el cambio es impedir la vida. Por suerte, los hijos acaban creciendo a pesar de las dificultades, se dan cuenta de que lo que han vivido no es normal y terminan por sanar y desarrollarse. Para evitar el sufrimiento infantil hemos de estar atentos y dar la voz de alarma. Colaboremos todos para una infancia feliz.

Carmen García Morán. ZARAGOZA

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas.

cartas@heraldo.es

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión