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Cartas al director de HERALDO: Los derechos olvidados de los pueblos pequeños

Vecinos de Morata de Jalón, Purroy, Embid de la Rivera, Ateca, Grañén, Selgua, Ayerbe, Monzón y Zaragoza han vuelto a salir a los andenes a pedir mejores servicios ferroviarios.
Los derechos olvidados de los pueblos pequeños
Ayerbe Estación

Los derechos olvidados de los pueblos pequeños

Mientras la capital de Aragón celebra sus fiestas patronales, que ya son de todo Aragón, porque pueblos y gentes acudimos a Zaragoza para encontrarnos con las tradiciones y con los amigos, hay pueblos enteros que se sientan a protestar porque el tren no para en su localidad. El motivo de que el tren pase a toda velocidad cuando el andén está lleno de pasajeros es que no puede retrasarse dos minutos.

A ver si lo entiendo, parece que no pasa nada por que haya personas de esos pueblos que no puedan acudir a comprar o al médico, con tal de que los que viven en poblaciones más grandes lleguen a la hora (aunque luego el tren se retrase, no se sabe por qué, media hora o más). Tampoco pasa nada, total, son pocos los votos que se pueden arañar en estas poblaciones tan pequeñas, que solo vocean que necesitan viviendas dignas, no ya servicios (porque entendemos lo caros que salimos) por los que pagamos todas las personas vivíamos donde vivamos.

Luego acuden los nostálgicos a llenar nuestras sendas de porquería y destrozos, y nos toca a nosotros mantenerlas para que vuelvan a disfrutar cuando les plazca. Ellas tienen coches con los que desplazarse mientras nosotras sostenemos el territorio y no podemos desplazarnos libremente.

Me doy cuenta de que estas pequeñas cosas hacen que la población rural de Aragón, y probablemente de España, esté secuestrada (no puede desplazarse) y esclavizada (es imprescindible para el equilibrio y la ecología). Por favor, que solo se pide derecho a la movilidad, la atención, la educación, la salud, la vivienda… que solo son derechos, esas pequeñas cosas que nos dejó un camino de rosas en un rincón.

Carmen Pili Lamuela Polo. Morata de Jalón (ZARAGOZA)

Ausencia inexplicable

Se celebran días mundiales para casi todo. Desde lo más irrelevante hasta lo más importante. Por ejemplo, el 16 de septiembre fue el Día Mundial de la Plastilina. El 10 de octubre es el Día Mundial de la Salud Mental, cuestión que tiene que ver con la calidad de vida de millones de personas. Se estima que uno de cada cuatro aragoneses padece algún problema relacionado con la salud mental a lo largo de su vida. El 4 de octubre tuvo lugar un acto en Zaragoza al que asistieron autoridades, representantes de asociaciones que trabajan en pro de la salud mental y personas preocupadas por la cuestión. Intervino la alcaldesa, Natalia Chueca, quien mostró su sensibilidad hacia las dificultades que padecen los enfermos de problemas mentales y sus familiares. Por parte del Gobierno de Aragón –que es quien puede tomar medidas para paliar estos problemas– tomó la palabra el director general de Salud Mental, Manuel Corbera, el cual manifestó su deseo de trabajar para mejorar la atención a la salud mental. También tomaron la palabra las asociaciones y se entregaron varios premios, entre otros a la periodista de HERALDO Ana Esteban. En resumen, un acto vistoso, pero con escasos resultados prácticos. Lo más sorprendente fue la ausencia del presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, y del consejero de Salud, José Luis Bancalero. Se puede disculpar la no participación del primero, ya que había a la misma hora un pleno en las Cortes sobre el estadio de La Romareda. Pero resulta inexplicable la ausencia del consejero de Salud. Sólo se entendería si, para el consejero, la salud mental dependiera más del fútbol que de los servicios sanitarios que de él dependen.

Manuel López Gascón. ZARAGOZA

Los recuerdos

Todos, a lo largo de una vida, si ésta es larga, no estamos capacitados para todo. Pero sí sucede muchas veces que nuestros pensamientos y recuerdos nos siguen dando vida. Hay dos clases de recuerdos, los predilectos, felices, y los duros y tristes. Los primeros, por ejemplo, cuando sientes que te has enamorado, cuando das a luz, cuando terminas de escribir un libro, cuando encuentras a alguien que creías que habías perdido, cuando recuerdas el mar, una pradera, una puesta de sol y el sonido maravilloso de la sinfonía Pastoral. Por el contrario, los otros, si recuerdas la separación de alguien a quien has querido mucho, o desconoces el paradero de alguien, oyes las noticias, muchas sumamente trágicas... Hace tiempo he encontrado mi momento de los recuerdos, al acostarme, dando gracias a Dios que me ha dado un día más, mientras me estoy adormeciendo con el golpeo de mis pensamientos, mientras pido que el nuevo día ocupe un lugar predilecto entre ellos. Es como si al cabo del día he olvidado una palabra, un lugar, un nombre, un rostro, después de intentar recordarlo, espero, porque al despertar la mayoría de las veces está ahí. Todo esto no deja de ser mi experiencia personal. Acabar el día recordando y también con algún recuerdo el sueño, porque recordar al fin y al cabo es sentir.

Pilar Cavero García-Rivero. ZARAGOZA

Filología creativa

El Sr. Sánchez se nos revela como un creativo filólogo. Solo un experto en cuestiones lingüísticas es capaz de mudar el significado de ciertos vocablos para descubrir figuras retóricas inimaginables. Cuando habla de ‘generosidad’ con los levantiscos catalanes, quiere decir ‘amnistía’, en una relación metonímica de causa-efecto. Y cuando utiliza el término ‘política’, palabra polisémica que por un lado insinúa el referéndum negociable, donde sus argucias para no conceder lo que no puede colisionarán con el arrebato de quienes se sientan engañados; y por otro, su investidura como una especie de Robin Hood a la inversa, que ahogará con impuestos a los austeros aragoneses, extremeños, canarios o riojanos, entre otros, para condonar la multimillonaria deuda que el dilapidador gobierno catalán tiene contraída con las arcas del Estado español.

José Antonio Gayarre Gómez. ZARAGOZA

Con visión ‘matrix’

Curas, policías, sanitarios, maestros, ciudadanos normales pero con trabajos especiales y estresantes, me han comentado que en ocasiones, tratando con la gente, se sienten como si tuvieran poderes paranormales que detectan, en una simple mirada, el más leve gesto o en el tono de una frase, el alma interior, el aura, la personalidad más profunda. Esos trabajos, en los que se trata con personas con problemas, hacen que se desarrolle esa facultad. Con solo una somera observación del extraño consiguen introducirse en su mente. Pero esa cualidad exige muchos sacrificios. No es de extrañar que en 1974 Herbert definiera el síndrome ‘burn out’ (estar quemado) observando a los colectivos de médicos, policías y maestros. Tener una visión ‘matrix’ es muy cansado y estresante.

Miki Romanos Mur. Zaragoza

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas.

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