Por
  • Manuel de Miguel

Resultados endemoniados

Una urna en una mesa electoral en las pasadas Elecciones Generales.
Una urna en una mesa electoral en las pasadas elecciones generales.
Guillermo Mestre

En las elecciones de abril de 2019 el PSOE y el PP no sumaron ni 190 escaños, en las últimas superaron los 250. Podíamos estar ahora dependiendo de Vox, que ha mermado sus asientos de 52 a 33, pero lo estamos de los independentistas que en Cataluña sólo han conseguido 14 de los 48 diputados que representan a su comunidad. Tanto allí como en Euskadi el partido más votado ha sido el socialista. A su izquierda, Podemos en 2015 logró 69 escaños frente a los 31 actuales de Sumar. Los españoles han querido reforzar a los dos grandes partidos, sin embargo no lo han conseguido. Muchos analistas creen que el miedo a Vox ha sido decisivo y estoy seguro también de que a la gran mayoría le disgusta que se vaya a negociar la investidura con un prófugo.

Estos días se ha recordado la gran coalición entre conservadores y socialdemócratas en Alemania con Angela Merkel a la cabeza o, en nuestro país, los Pactos de la Moncloa en la etapa preconstitucional. Incluso se han planteado soluciones como presidir el gobierno dos años cada uno o buscar a un Draghi, ambas ideas dignas de rechazo.

A las 24 horas de las elecciones, el editorial de HERALDO terminaba: "PP y PSOE deben cooperar para salir del atolladero sin permitir que los radicales, los populistas y los partidos que no creen en nuestra Constitución ni en nuestra democracia decidan el futuro del país». Multitud de columnistas han pedido ese entendimiento, aunque los precedentes no lo facilitan. De la polarización y el frentismo, unos ven más culpable al PSOE que al PP y otros, al revés. A muchos nos desagrada el ‘que te vote Txapote’ y además nos parece insensato corear el bélico ‘no pasarán’. Quizás con un vencedor electoral claro podría haberse esperado de su rival que le facilitara no depender de extremistas o independentistas, pero el escrutinio ha sido endiablado. Los españoles han optado masivamente por la moderación, pero el nuevo presidente lo pueden decidir quienes proclaman sin disimulo que España no les interesa. Para evitarlo, sería necesario un acuerdo mínimo entre Sánchez y Feijóo, pero es una quimera.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión