Lo que cambiamos en el siglo XXI

El atentado de las Torres Gemelas dejó casi 3.000 víctimas mortales.
El atentado de las Torres Gemelas dejó casi 3.000 víctimas mortales.
Mark LaGanga/CBS News

Llevamos veintitrés años del actual siglo. Y en este periodo han pasado muchas cosas. Quizá demasiadas. No es la primera vez. Curiosamente, las académicas divisiones de las edades en la Historia se corresponden con un cambio de siglo. Entre el XV y el XVI todo cambió. 

Había otro continente del que se podía sacar de todo, y luego comerciar (una mentalidad diferente), junto con un regreso al mundo clásico en las artes (la más visible a la gente, la arquitectónica), y el uso de la imprenta de Gutenberg como fondo.

Hay una época más cercana que resultó asombrosa, en medio del más gigantesco conflicto conocido hasta entonces: la de la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Desgraciadamente, las guerras suponen –para los que sobreviven– un impulso de la innovación, producto de las nuevas necesidades. La cantidad de inventos que se desarrollaron fue ingente. Por ejemplo, el gran desarrollo de la aviación de guerra que permitió la definitiva conquista del aire. Pero no solo hubo transformaciones en lo material, sino también grandes cambios sociológicos en la estructuración de las clases sociales, en el ascendente papel de la mujer en la sociedad, en los cambios de la moda (los casquetes y las falditas sueltas sustituyeron a las grandes pamelas y a los faldones hasta abajo), y en la mentalidad de la gente, menos encorsetada y más libre.

Y llegó el siglo XXI. Se abrió con el terrible atentado contra las Torres Gemelas. Algo se rompió en la mentalidad de la gente, que perdió la tranquilidad (donde la había), y que tuvo que optar entre la libertad y la seguridad. Ganó la seguridad, claro, que así permitió a los gobiernos cercenar o simplemente acabar con las libertades conseguidas. Controlar a todos con el pretexto de protegernos. Pérdida de la privacidad. Tus datos ya no son tuyos. Son de los controladores dataístas (humanos o robóticos).

En 2008 estalló el escándalo de Lehman Brothers. Esta gigantesca estafa a toda la humanidad permitió a la Escuela de Chicago de Milton Friedman invertir el sentido de la historia. De la libertad e igualdad, a la productividad y mejor calidad de vida (todavía) a los que les afectan positivamente buenas cifras macroeconómicas.

Y finalmente llegó la pandemia del 2020 que, con las prudentes restricciones en la vida de las personas, acostumbró a la gente a ciertos recelos al contacto humano (en España menos) y a una mutilación del Estado de bienestar, cuando no su demolición. Tres hitos que cambiaron el mundo.

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos en HERALDO por José Luis Mateos)

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