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Cartas al director de HERALDO: La regresión de la libertad en el mundo

La regresión de la libertad en el mundo
La regresión de la libertad en el mundo
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La regresión de la libertad en el mundo

Todo cuanto acontece en el mundo se reduce a un solo elemento: Libertad. El cambio climático también es producto del uso de la libertad en abuso de recursos naturales. O, por supuesto, China es bien libre de luchar por la hegemonía en el mundo contra Estados Unidos y éste de responder, o no, en un escenario en el que la guerra ya ha comenzado con concreción en Ucrania. 

El trasfondo del estallido es el intento de Rusia por recuperar su predominio en Europa del este. En estos momentos, la mayor parte de los países del mundo continúan posicionándose a un lado o a otro, en un bando u otro, de una guerra civil planetaria que se va forjando desde el 24 de febrero de 2022. Ucrania es la punta del iceberg. Taiwán, el enfrentamiento en escarceo de momento de las dos potencias por el predominio del Pacífico. La libertad no sólo se ejerce; se estudia y analiza. Así, Freedom House elabora mapas que reflejan el estadio de desarrollo de la libertad por países, plasmando cómo son parcialmente libres o no existe libertad en territorios con escaso desarrollo económico o en antiguas tierras comunistas o en sociedades islámicas, donde se han instalado regímenes autoritarios. Derechas e izquierdas. No hay diferencia. La libertad no tiene bandera ni color político por más que se empeñen algunos. Se ejerce o no se puede ejercer. Entretanto, Europa, ya descristianizada, sucumbe en imagen de bambalina rechazando las raíces que forjaron su identidad. Una Europa igualitaria y libre como el cristianismo del que procede. Su democracia se degrada asfixiada en populismo. Y su poder económico decrece. El futuro ya está plasmado sobre un mapa de tendencias, en el que aparecen España, Europa y el resto del planeta inmersos en un proceso de regresión de la libertad.

Victoria Tejel Altarriba. ZARAGOZA

‘Flecos’ en la Almozara

Espero y deseo que al final las tan ansiadas piscinas y el nuevo pabellón en el entorno de la Aljafería, en el barrio de la Almozara de Zaragoza, no se queden sólo en una promesa o en un proyecto desierto. Ahora que se acercan las elecciones municipales todos los partidos nos prometen el oro y el moro, pero llevamos muchos años reivindicando este espacio de convivencia y salud y todavía estamos esperando que se haga realidad de una vez. Al final, por sus hechos y no promesas los conoceréis y será la hora de agradecer en las urnas lo que se hace de verdad por el barrio. Y por cierto, ya que se ponen, faltaría un parking disuasorio como Dios manda en el entorno del centro de salud, en cuya puerta principal lleva semanas sin arreglar la persiana, y un espacio verde en el resto de toda esa zona que está muy abandonada. Es cierto que el barrio con la Expo 2008 tuvo un giro de 180 grados, pero falta rematar esos flecos que por dejadez o por falta de presupuesto no se acometieron en su día. Además, con la estación tan cerca y todo el barrio nuevo del AVE, Zaragoza debe causar una excelente impresión a quienes nos visitan. La cuarta ciudad de España, lo merece.

Luis Solanas Cebolla. ZARAGOZA

Políticas de bajo rendimiento

Escribir sobre temas políticos de actualidad lleva consigo la posibilidad de que los escritos queden pronto desfasados por la volatilidad de los hechos. Pero aun así hay cuestiones que pueden resistir la acción depredadora del tiempo porque se refieren a problemas que se han hecho crónicos. Asistimos en los últimos años a una gobernanza sesgada porque los grandes partidos necesitan de minorías que se presten a coaligarse. Siempre han existido ejemplos de este tipo. Por ejemplo, las minorías catalana y vasca que consiguieron muchas veces una influencia muy superior a la que les correspondería por sus votos. Pero el problema se ha agudizado. Algunas de estas minorías, bastante radicales, son de sobra conocidas. En esta legislatura partidos menores están logrando imponer sus controvertidos programas, que en parte son rechazados por la gran mayoría de la población, creando un cabreo mayúsculo y produciendo alteraciones e inestabilidad política y social que dificultan los normales ejercicios del pluralismo democrático. Ejemplos: la ley de ‘solo sí es sí’, con algunos feminismos esperpénticos, y la nueva ley de vivienda, con su controvertida normativa sobre la ocupación. Por otra parte proliferan programas y propuestas demagógicas y contradictorias que convierten la acción de gobierno en un circo mediático, con frecuentes peleas y descalificaciones. Sería deseable que en los próximos comicios reflexionemos sobre la viabilidad de las propuestas presentadas, haciendo oídos sordos a aquellos que nos bombardean con auténticos cantos de sirena que deterioran la vida política y social de los españoles y su bienestar y desarrollo futuro.

José Luis Cabez Marco. ZARAGOZA

Encuentro con el otro

Necesitamos a los demás, sin comunicación se puede morir. Necesitamos que nos escuchen, que nos hablen, que nos quieran. Ese encuentro y ese acto de comunicación con el otro ensancha nuestro horizonte y la capacidad de salir de nosotros mismos. Lo que nos hace valiosos como personas es ser cercanos a los demás y somos nosotros los que debemos hacer el camino que nos conduce al otro. Cuando surge ese encuentro aparece la alegría que cada uno llevamos dentro y nos abrimos al misterio del otro. Los crucificados del mundo actual, los que sufren la guerra, la injusticia, la violencia… necesitan, además de una mirada compasiva, que nos pongamos en marcha para acabar con los profundos desequilibrios de esta sociedad. Mientras unos nadan en la abundancia, otros mueren de hambre y sed. Como escribe Victor Hugo, «hay veces que cualquiera que sea la posición del cuerpo, el alma está de rodillas». Solo el afecto sincero de quien hace propio el sufrimiento del otro puede cambiar la vida de aquel que sufre. ¡No se puede amar a quien su sufrimiento no nos duele! En estos tiempos tan convulsos que nos ha tocado vivir, donde imperan el enfrentamiento, las descalificaciones, el desprecio, el odio… y donde la economía y el rendimiento han devorado a la ética, deberíamos luchar por el tránsito hacia otra manera de vivir, donde el objetivo fuera poner al hombre en el centro y trabajar para que haya menos diferencias sociales, más igualdad de oportunidades, más justicia social y más dignidad hacia el otro. La calidad del vínculo que sepamos crear con el otro será lo que nos dará la felicidad. Siento la brisa de un humanismo que regresa de nuevo y nos hace concebir que no todo está perdido. Hay tiempo para la esperanza. Si ponemos empeño, las utopías también se alcanzan.

José Luis Romanos Marfil. ZARAGOZA

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas.

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