En este país…
El 30 de abril de 1833, ‘Revista Española’ publicó un artículo de un joven periodista, Mariano José de Larra, que se haría proverbial: ‘En este país’. Daba la palabra a un bisoño y petulante madrileño que censuraba todo lo que veía: la cocina, los libros, la suciedad de las calles, los periódicos, los teatros, los cafés... La culpa de todo, según él, la tenía "este país".
Ciento noventa años después, el célebre artículo no ha perdido valor ni actualidad. Si se transpusieran las referencias concretas, podría publicarse en cualquier periódico sin que nadie sospechase su lejana fecha de redacción. El desdén pesimista sigue estando de moda.
El panorama de la actualidad española da múltiples motivos para el sonrojo, pero nuestra sociedad también ofrece notables logros. Es este un país desarrollado, democrático y con una gran calidad de vida, que es puesto como ejemplo de tolerancia en materia ideológica, sexual y religiosa. Ocupa los primeros puestos en las clasificaciones mundiales de esperanza de vida, donación de órganos, sanidad universal, energías limpias, producción editorial, atracción de turistas… No obstante, la frase de Larra sigue estando muy vigente. A muchos analistas, políticos populistas, comentaristas y opinadores de barra de bar les encanta criticar a troche y moche con un único argumento: "Es que en este país…".
Se trata, como aventuraba Larra, de la perfecta muletilla para rehuir cualquier responsabilidad personal. Por eso convendría releer su llamamiento: "Cumpla cada español con sus deberes".
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