Adjunto a la Dirección de HERALDO DE ARAGÓN

Una cuña de liberalismo

Una cuña de modernidad
Una cuña de modernidad
POL

Incapaces de superar la tiranía de las efemérides ("Las únicas novedades de la cultura actual parece que no son ya más que los aniversarios", escribió Sánchez Ferlosio), pronto nos arrollará el consabido aluvión de rememoraciones del golpe de Estado de Miguel Primo de Rivera, del que en septiembre se cumplirán cien años. 

La abierta pasividad con la que fue acogido por la mayoría del país, al margen del notable colaboracionismo de la burguesía catalana, viene alimentando la imagen tópica de una España reacia al liberalismo.

Pervive el cliché de que la España del primer tercio del siglo XX fue refractaria
a la modernidad 

No es ésta una mirada del todo falsa porque desde la Constitución de Cádiz (1812) y hasta la de 1978, España apenas pudo disfrutar de constituciones progresistas durante 27 años, frente a los más de 100 de textos conservadores y varias décadas de gobiernos absolutistas. Pero esta circunstancia se debe sobre todo a las maniobras reaccionarias de las élites extractivas, según la terminología utilizada por Acemoglu y Robinson en ‘Por qué fracasan los países’ (2012).

Es cierto que, en 1923, un buen número de españoles confiaba en que un régimen autoritario, a imitación del modelo fascista, tendría el efecto de encauzar al país. Sin embargo, otros muchos escucharon el llamamiento liberal de intelectuales y universitarios. Junto a Unamuno, que fue desterrado, otras figuras relevantes levantaron un muro frente a la dictadura: Marañón, Fernando de los Ríos, Ortega y Gasset… Fue precisamente en 1923 cuando el filósofo madrileño fundó ‘Revista de Occidente’, cuyo centenario se está celebrando en la actualidad con varios actos.

La amplia difusión de la revista explica que, desde los primeros números, en las páginas de HERALDO se informase de la venta de la publicación, "dirigida por José Ortega y Gasset", en las librerías de "Cecilio Gasca, Coso, y Agustín Allué, Jaime I". Tal fue su influencia que se acabó convirtiendo en la plataforma fundamental de la modernidad española, ya que difundía las novedades filosóficas, científicas, literarias, musicales o incluso cinematográficas tanto españolas como extranjeras.

"La ‘Revista de Occidente’ supuso la incorporación activa de la joven intelectualidad española a los rumbos del pensamiento internacional de entreguerra", explica Mainer en ‘La Edad de Plata (1902-1939)’. El propio profesor zaragozano destaca que acogería a la nueva generación de escritores jóvenes y que la editorial de la revista publicará tres libros poéticos fundamentales: el primer ‘Romancero Gitano’, de García Lorca; ‘Cántico’, de Jorge Guillén; y ‘Cal y canto’, de Alberti.

Frente a la imagen de la España reaccionaria, Ortega y Gasset y su revista representan a esa otra España liberal que, con el paso del tiempo, cristalizará en la Constitución de 1978. De hecho, al decir de Vargas Llosa (‘La llamada de la tribu’), Ortega "fue uno de los más inteligentes y elegantes filósofos liberales del siglo XX".

Sin embargo, logros como ‘Revista de Occidente’ revelan una sociedad que también se quería liberal y europeísta   

Hoy, en un contexto de escasa formación historiográfica y mucha saturación de ‘memoria histórica’, el centenario de ‘Revista de Occidente’ debe servir para recordar que, frente a los tópicos, la España del siglo XX anheló la democracia tanto como los demás países europeos. Con sus contradicciones, Ortega fue, al decir de su biógrafo Jordi Gracia, un liberal izquierdista de joven y un liberal conservador de viejo. Y su ‘Revista de Occidente’ actuó como una cuña de revolución cultural que abrió en canal el tradicionalismo católico de la España rancia.

Más allá del adanismo que hoy nos aqueja como sociedad, hay que tener presente que el primer tercio del siglo XX fue el de la pugna entre la arcaica resistencia al cambio y una arrolladora voluntad de modernización que transformó el país entre 1898 y 1936. 

(Puede consultar aquí todos los artículos escritos en HERALDO por José Javier Rueda)

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