Por
  • Elena Capapé Poves

Poesía era ella

Poesía era ella
Poesía era ella
Juan Tudela

En la habitación de mi niñez y, en concreto, en la estantería, siempre hubo espacio para los cuentos infantiles de Gloria Fuertes. Sus historias, acertijos, poesías y trabalenguas han pasado por las manos de miles de niños españoles que rieron y aprendieron con versos como este: "Y el ciempiés compró zapatos, y por ser quien era él se los dejaron baratos". 

Gloria saltó a la fama gracias a la literatura infantil y sus apariciones televisivas, que la convirtieron en uno de los personajes más reconocidos del país. Sin embargo, no todo fue luz en la vida y obra de la escritora. Así lo expone Jorge de Cascante en ‘El libro de Gloria Fuertes. Antología de poemas y vida’, editado por Blackie Books. El trabajo presenta a la autora de una forma exhaustiva mediante fotografías, dibujos trazados por ella, anécdotas, recortes de prensa y, por supuesto, más de 300 poemas, algunos de ellos inéditos. Destaca, ante todo, el objetivo de construir más allá de la imagen de ‘niña grande’ que, de forma reduccionista, se le atribuyó durante años. Nació en 1917, pero se adelantó a todo y a todos: recorría las calles de Madrid en bicicleta; vistió pantalón y corbatas; jugó en equipos de hockey, fútbol y baloncesto; fue feminista declarada. Quiso, con sus poemas, y su especial estilo, que los niños "pensaran un poquito", pero la obra de Gloria no se redujo solo al ámbito infantil. La escritora volcó en sus versos el dolor, la soledad y la guerra; se convirtió en una voz generacional. Poesía era ella.

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