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Cartas al director de HERALDO: Los pequeños detalles de la vida rural

Sarrión
Los pequeños detalles de la vida rural
Laura Uranga

Los pequeños detalles de la vida rural

A veces pequeños detalles hablan más que largos parlamentos. Mucho se ha escrito sobre la despoblación en el medio rural pero parece que poco se ha pisado, es decir vivido, su suelo para conocer en directo los problemas. 

Sí que existen profundos estudios para prevenir el futuro, pero mientras tanto no estaría de más mejorar lo que hay, que, por otra parte, a veces se consigue con un pequeño esfuerzo. Las mejoras se prevén desde los despachos oficiales a gran escala, con mentalidad de lo rentable económicamente, sin incorporar a veces entre sus objetivos la calidad de vida de los que mantienen el territorio. Me lo comentaba un amigo, de otra comunidad, en relación con una carta certificada que no pudo recibir en su casa por su ausencia, pero sí su aviso, que le remitía a la oficina de Correos local. Resulta que esta solo atendía media hora al comienzo de la mañana, lo que hacía imposible su recogida por una circunstancia frecuente en el mundo rural: el puesto de trabajo hay que buscarlo en otro sitio. El problema lo tuvo que resolver a través de múltiples llamadas telefónicas. La carta procedía de la Administración y en este caso su método de comunicación creó más problemas de los que quiso resolver. ¿Podía haberse solucionado con la colaboración municipal, que es la permanente en el territorio y está en contacto directo con sus habitantes? Esto pone de manifiesto la importancia y el deber de coordinación de las Administraciones para el buen cuidado de todos los ciudadanos, especialmente de los que no viven en la ciudad… que también son ciudadanos. Las previsiones indican el crecimiento de los núcleos urbanos, las ciudades, como fuente de grandes preocupaciones, pero sería excelente que también previeran y resolvieran, adecuadamente, la vida del mundo rural.

Francisco Alós Barduzal. ZARAGOZA

El mundo digital y la violencia sexual

Cada vez hay más caso de menores que, sobre todo en grupo, ejercen violencia sexual sobre otras menores. ¿Por qué pasa? Creo que el mundo digital, sobre todo los móviles, ha traído cosas magníficas pero también otras muy negativas, causando actos reprobables. El acceso de los menores a páginas violentas y pornografía es una bomba de relojería que explota en la cara de nuestra sociedad. Algunos expertos recomiendan que cuanto mas tarde se le dé un móvil a un niño mucho mejor; pero hoy día ya hay niños de 13, 12 y 10 años con móvil y eso empuja a los demás. Muchos niños aprenden educación sexual en el móvil. Los padres pueden enseñar respeto y poner límites, pero si en su grupo de amigos alguno no tiene límites, entonces adiós. Las plataformas digitales tienen un gran negocio con ciertos contenidos, así que es muy difícil que pongan barreras; pero los gobiernos podrían establecer normas que restrinjan accesos mediante pago con tarjeta, para que ningún menor pueda entrar. Muchos dicen que no se pueden poner puertas al campo digital, pero algo hay que hacer para proteger a nuestros menores.

Joaquín Izquierdo Sanz. ZARAGOZA

Preguntemos el nombre

A todos nos pasa, y más a los mayores. Nos encontramos con una persona que sabemos que nos fue muy cercana, pero no recordamos su nombre y nos sentimos mal. Para más inri nos dice: «¿A que no te acuerdas de mi nombre?». Y nos sentimos peor. Intentamos huir de situaciones así y a veces pasamos de largo evitando encontrarnos con esa persona de la que no recordamos su nombre. ¿Por qué ocurre esto? Porque en nuestra sociedad nos obligamos unos a otros a acordarnos de los nombres a pesar de que haya pasado el tiempo, pero nuestro cerebro no puede recordar los de todas las personas que conocemos. Así que mi propuesta es decir claramente que no, que no recordamos su nombre y que nos lo diga. Está claro que esa persona entenderá que ella no es para nosotros una persona muy importante, pero se dará cuenta de que le tenemos cariño. ¿No es mejor recuperar viejas relaciones que evitarlas? Sugiero a los lectores que no eviten a nadie, pues las relaciones personales son lo más valioso que tenemos. Lo más importante no es recordar el nombre, sino a la persona con la que pasamos buenos momentos. A partir de ahora, ¡preguntaremos el nombre!

Carlos Hué García. ZARAGOZA

Tiempos modernos

Disfrutando enormemente con una maravilla del cine mudo, ‘Tiempos modernos’ de Charles Chaplin, pude constatar que hay artistas que se anticipan a su tiempo, que son auténticos visionarios. Esta película genial nos presenta, ya hace cien años, un mundo deshumanizado, global y hostil, en cruzada permanente en la búsqueda de la felicidad. La descripción de las antiguas fábricas de principios del siglo XX vigilando estrechamente a los trabajadores desde un ordenador central, la invención de la máquina de comer ‘Peloh’ que le hacen probar al pobre Chaplin, y que termina siendo un desastre mayúsculo, da que pensar sobre la utilidad real de muchas nuevas tecnologías. Nuestro protagonista se enrola como líder sindical de un nuevo partido, se vuelve loco, termina en la cárcel y el manicomio, siendo uniformado allí con unos vaqueros exactamente iguales a los que lucía un famoso futbolista y cuyo coste es de unos 800 euros. Curioso, ¿no? Si la película es reflejo y parodia de parte de la realidad actual, al menos existe la esperanza. Chaplin encuentra a una golfilla ladrona, marrullera, pero bellísima, Actric, interpretada de forma magistral por Paulette Goddard. Juntos y enamorados abandonan el deshumanizado y desnortado mundo moderno y huyen lejos, a una naturaleza primigenia. Son al fin felices.

Miki Romanos Mur. ZARAGOZA

¡Qué vergüenza!

Hace unos años el sociólogo López Insausti publicó el ensayo ‘¿Nadie va de putas?’. Ya tenemos respuesta. Algunos parlamentarios nacionales parece que sí. Además de favorecer la trata de mujeres, animan el mercado de la cocaína y el del sildenafilo. Hay que instituir una distinción para premiarlos como emprendedores. Sólo les tengo que reprochar que no presenten facturas de las transacciones comerciales, para ser abonadas con fondos a justificar del erario. Parece que los consumos –también de viandas, vinos y alcoholes en restaurantes de postín– se abonan en efectivo, con cargo a coimas, comisiones, mordidas y retornos de subvenciones públicas. ¡Qué vergüenza! Ya he decidido mi voto. El día de las elecciones me quedaré en la cama escuchando canciones del viejo anarquista Brassens. Y quizás objete, parcialmente, mis declaraciones tributarias. Mi dinero no debe pagar viagra, nieve y meretrices a sinvergüenzas.

José Manuel Aspas. ZARAGOZA

Las cartas al director no deben exceder de 20 líneas (1.500 caracteres) y han de incluir la identificación completa del autor (nombre, apellidos, DNI, dirección y teléfono). HERALDO se reserva el derecho de extractarlas y publicarlas debidamente firmadas.

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