La polémica ‘ley trans’
El Congreso de los Diputados ha aprobado definitivamente la reforma de la ley del aborto y la primera ‘ley trans’ de la democracia. La legislación que incorpora el principio de la libre autodeterminación de género ha supuesto la mayor fractura del movimiento feminista, también entre los socios de coalición y dentro del propio PSOE.
En plena crisis por los perversos efectos de la ley del ‘solo sí es sí’, que ha servido para rebajar las penas que cientos de delincuentes sexuales, hay que exigir al Gobierno y a los partidos que le apoyan que se legisle con más humildad, rigor y sensatez. En este sentido, no parece nada sensato que los menores a partir de 16 años puedan cambiar de sexo en el registro de forma autónoma sin necesidad de un informe ni tratamiento médico.
La ley, que trae consigo avances en derechos para las personas trans y también LGTBI, tiene como punto central la autodeterminación de género. La polémica surge porque los menores desde los 16 años pueden cambiar de sexo en el Registro Civil de forma autónoma, sin necesidad de informes médicos o psicológicos (algo a lo que los socialistas se oponían); mientras que entre los 14 y los 16 años, los menores deberán ser asistidos por sus padres o tutores. No está claro que a esa edad pueda valorar bien lo que implica esa decisión, y más si va acompañada de tratamientos con efectos como la esterilización. Más allá de las consecuencias que puede tener sobre los derechos de las mujeres, numerosos especialistas consideran que debería haber al menos un informe psicológico, porque la adolescencia es una época muy convulsa en la formación de una persona. En Escocia, una ley similar provocó gran revuelo después de que un condenado por violación cambiara de sexo en la cárcel y pidiera el traslado a un centro de mujeres. ¿Quién asumirá en el Gobierno la responsabilidad si ocurre aquí algo similar?
